Un Fondo Nacional para construir hasta 80 mil viviendas

octubre 24, 2014 7:00 am . .

La institución espera por la ponderación oficial de su propuesta de crear el Fondo Nacional de la Vivienda en la República Dominicana, dada a conocer el pasado mes de septiembre.

La Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas (Acoprovi) aguarda por la acogida a la propuesta de creación del Fondo Nacional de la Vivienda en la República Dominicana, con los recursos del Fondo de Riesgos Laborales, que administraría el Banco Central.
Hace poco más de un mes que la entidad que preside Fermín Acosta dio a conocer el documento que detalla la propuesta, la cual busca aprovechar la experiencia de Colombia, a través del Fondo Nacional de Ahorro (FNA), el cual ya ha otorgado 35 mil créditos a la población informal, lo que se traduce en una cartera de créditos cercana a los USD$ 700 millones.

Mientras la FNA otorga subsidios a hogares informales, las Cajas de Compensación colombianas hacen la concesión a hogares vinculados al mercado laboral formal.

Acoprovi fundamenta su propuesta en el Estudio de Oferta y Demanda de Vivienda que hizo, el cual estableció que la mayoría de los dominicanos sin techo propio necesitan de los subsidios para poder comprar una vivienda. Esto se deriva, en gran medida, del hecho de que el 56% de la fuerza laboral dominicana corresponde al sector informal.

En los hogares que se sustentan en actividades laborarles informales, el ingreso promedio equivale a un 75% del salario de los trabajadores formales. La brecha es similar en cada uno de los quintiles de ingreso, indicó la entidad.

Fundamentos para crear el fondo

Acoprovi aspira a que República Dominicana repare y, de alguna manera, emule otras experiencias latinoamericanas para fomentar la adquisición de viviendas de bajo costo mediante programas de subsidio. Además del caso de Colombia, he hecho referencia a la experiencia chilena. La institución estima que el 60% de estos hogares no pueden adquirir a estas viviendas con sus costos en las condiciones normales del mercado.

El subsidio, plantea, es una suma en dinero, no reembolsable, que se otorga por una sola vez, y que puede representar hasta el 30% del valor de la vivienda. El valor debe alcanzar entre los USD$ 2.500 y USD$ 6.000, por familia beneficiaria.

Con las comparaciones de otras realidades a mano, los directivos de Acoprovi han establecido que en la República Dominicana la creación de un Fondo de esta naturaleza se justifica en que los niveles de producción de viviendas -hasta 6 veces menor- y de desembolsos de crédito hipotecario -hasta 10 veces menor- son muy bajos con relación a países de la región que cuentan con dicho instrumento.

La viabilidad de la propuesta

Son varias las variables macroeconómicas que la institución muestra para sustentar su iniciativa. La primera es que «la economía dominicana se encuentra en vías de alcanzar los niveles de ingreso per cápita de la región, dado que en los últimos años el PIB per cápita ha crecido al doble del promedio de América Latina».

A esto suma el dato de que desde el último trimestre de 2012, el país registra una disminución considerable en la variación del Índice de Precios, mientras que durante 2013 y 2014, el aumento acumulado anualmente de los costos de construcción no ha superado el 5%.

La estabilidad en las tasas de interés, que desde el 2010 promedian un 12,5%, «después de presentar tasas de interés superiores a 15% en 2009», es otro factor que ponderan.

Y agregan el hecho de que, la cantidad de hogares aumenta progresivamente pero la cantidad de personas por hogar también tiende a decrecer, por lo que las condiciones demográficas apoyan la construcción de viviendas de menor tamaño y precio.

El elemento fuerza laboral a partir de las siguientes cifras: se estima que el país cuenta con 4,182,721 trabajadores, aproximadamente, y que en los últimos siete años el ingreso promedio del dominicano ha aumentado aproximadamente 4,6% anual. Lo sitúa en RD$14,763.00, este 2014.

Es en este contexto que destaca la prevalencia del trabajador informal, que agrupa el 56% del total, para resaltar a seguidas que se ha visto un mayor dinamismo en el sector de financiación de vivienda, el potencial es mucho más alto. La deuda hipotecaria con respecto al PIB asciende a 4,26% y a mayo de 2014 se encontraban vigentes más de 71 mil créditos hipotecarios.

¿Cómo funcionaría este Fondo Nacional de la Vivienda? 

Con el subsidio de tasa de interés se disminuye considerablemente la cuota de amortización del hogar beneficiario, permitiendo que familias del primer y segundo quintil de ingresos puedan acceder a crédito hipotecario. El siguiente es un ejemplo con LTC de 60%:

Pese a que no existe un Fondo Nacional de la Vivienda, actualmente se construyen por iniciativas privadas varios proyectos de viviendas sociales, bajo la ley para el Desarrollo del Mercado Hipotecario y Fideicomiso. Muestra de ello son los proyectos en Santo Domingo Pablo Mella Morales, de Constructora Bisonó, y Palmas de las Praderas, de la promotora inmobiliaria Vinsa, en Santo Domingo, y en San Pedro de Macorís el proyecto Altos del Higuamo, ejecutado por Cemex Dominicana.

El gobierno también ejecuta proyectos de construcción para familias de escasos recursos. En la foto, el proyecto Jardines del Gautier, construida para 53 familias desalojadas de una propiedad en Gazcue, y los edificios de viviendas de interés social que construye el Instituto Nacional de la Vivienda (Invi) en todo el país.

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