Metaldom presente y futuro de RD

diciembre 9, 2013 5:45 am . .

Las principales ciudades de República Dominicana se han transformado radicalmente durante las últimas décadas. Lo más llamativo del acelerado crecimiento que han experimentado las zonas metropolitanas del país, sobre todo Santo Domingo y Santiago, ha sido sus grandes y cada vez más frecuentes, construcciones verticales.

Algunos sectores que originalmente se concibieron como “ciudades jardín” (Evaristo Morales, Piantini y Naco, en la capital, por ejemplo), se han densificado con grandes torres de apartamentos. La línea del horizonte, tanto de Santo Domingo como de Santiago, se ha elevado considerablemente. Eso ha sido posible, fundamentalmente, por el desarrollo de la industria metalúrgica en el país.

Eduardo Gisbert, vicepresidente ejecutivo de Metaldom, sostuvo que la importancia de la evolución de su industria, pionera y líder en la producción de materiales de la construcción, está en la capacidad de responder a las crecientes y exigentes necesidades del país.

“Desde 1968, República Dominicana ha podido contar con Metaldom. Pero nunca la industria de la construcción en el país había sido tan importante para el PBI como lo es actualmente. Consciente de eso, en Metaldom hicimos todas las inversiones necesarias para poder satisfacer la demanda y garantizar un desarrollo sostenible”, aseguró Eduardo Gisbert.

Aunque la industria de la construcción se concentra  sobre todos en las dos principales ciudades del país, hay otros enclaves urbanos y turísticos que han crecido también de manera acelerada y con construcciones verticales considerables. Ese es el caso de Juan Dolio, Punta Cana, La Romana, San Francisco de Macorís, La Vega, Puerto Plata, entre otros. Estas grandes inversiones también han generado una revolución arquitectónica.

Freddy Ginebra, presidente del Clúster Turístico de Santo Domingo, destaca cómo la capital dominicana se ha convertido en la urbe más importante del Caribe insular. “La ciudad modesta del siglo XX ha quedado atrás. Basta con recorrer el Malecón o la avenida Anacaona para advertir que Santo Domingo dejó de ser una ciudad horizontal y es cada vez más vertical”, asegura.

Infraestructuras
“Los nuevos hoteles que se construyen en la ciudad son torres impensable hace 15 años atrás. Nuestra industria de la construcción, gracias a la permanencia y la evolución de empresas líderes como Metaldom, ha sido capaz de levantar nuevos entornos urbanos que estén a la altura del siglo XXI”, asegura Ginebra.

“Dentro de cada nueva torre que se construye en nuestras ciudades, queda fundido el aporte de Metaldom. Ser protagonistas del futuro, es la mejor manera de celebrar los 45 años de una industria que comenzó cuando todo estaba por hacer en nuestro país. Ahora nuestras ciudades crecen hacia arriba. El aporte de Metaldom al futuro dominicano cada vez es más alto”, dijo Eduardo Gisbert. Las técnicas constructivas, los productos y servicios de la industria han experimentado grandes cambios en República Dominicana. Para poder asimilar esos procesos tecnológicos que situaran al país en la vanguardia de la región, era indispensable que la industria evolucionara antes. Gracias a que un coloso como Metaldom lo hizo, todo lo demás fue posible.

 

((Acciones
Un nuevo modelo de negocio

Metaldom, consciente de los retos que afronta como industria en el corto y medio plazo, ha consolidado un nuevo modelo de negocio que revoluciona la industria siderúrgica dominicana. Las distintas acciones que está tomando la compañía, argumenta Eduardo Gisbert, “permiten nuestra autonomía y nos consolidan en el mercado regional”.

 

El primer paso dentro de esta estrategia fue invertir US$150 millones en una acería y un tren de laminación en Trinidad y Tobago. De esta forma, se garantiza el acceso a la materia prima, chatarra, y la elaboración continua de productos del acero sin depender del mercado internacional.

Claves del nuevo Metaldom
.Integración vertical y autonomía durante todo el proceso productivo, desde la materia prima hasta el producto final.

.Posicionamiento en la Cuenca del Caribe, como laminador y productor de referencia.

.Incremento de las exportaciones. En 2013 se alcanzaron 97 mil toneladas. El reto es alcanzar las 100 mil toneladas en 2014.

.Consolidación de la salud financiera, reconocida por bancos y calificadoras con la mejor nota de la industria siderúrgica del país. “De esta forma, aseguramos nuestro funcionamiento de cara al año 2016, fecha de apertura del libre comercio con Centroamérica y Estados Unidos y desaparición de los aranceles, según el DR-Cafta. Podremos competir, en nuestra región, de igual a igual con las grandes industrias norteamericanas”, concluyó Gisbert.

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