La Asociación Dominicana del Acero (Adoacero) se unió al llamado de los organismos internacionales homólogos en América Latina, que exigen a los gobiernos y a la OMC (Organización Mundial del Comercio) tomar acciones urgentes para combatir el comercio desleal en la región.

En un comunicado difundido internacionalmente por la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), ésta resaltó de forma enfática el daño que las importaciones de acero desde China están generando sobre la industria y la generación de empleos para los países de la región.

Omar Castellanos, director ejecutivo de Adoacero, explicó cómo China, siendo la economía de mayor crecimiento en los últimos años, cuenta con subsidios del estado para mantener sus niveles de producción e inversión y no se preocupa por cumplir las reglas de comercio internacional establecidas por la OMC.

“Actualmente China produce el 50% del Acero Mundial con una sobrecapacidad de 425 millones de toneladas, representando esta última seis veces la producción anual de América Latina. En los últimos años AL se ha convertido en el segundo destino comercial para el acero chino, recibiendo más de 8 millones de toneladas con proyecciones a crecer cerca del 20% para el 2015. Y esto va a provocar la pérdida de miles de empleos en nuestros países” afirmó Castellanos.

Según un estudio de impacto realizado por Alacero para el 2014 por cada millón de dólares que ingresan de acero chino en AL, se pueden perder hasta 64 empleos directos e indirectos.

Castellanos agregó que “A esta realidad debemos sumar las irregularidades técnicas y de comercio desleal identificadas, que ha generado una ola de quejas y exigencias en los sectores productivos de la región.

Según presentó Alacero, a tasas interanuales y considerando el período de enero a mayo del 2015, las importaciones de acero laminado chino aumentaron en Venezuela (60%), América Central (39%), Ecuador (14%) y Chile (4%). En volumen, México se ubicó como el tercer mayor importador en la región de este producto chino, superado por Brasil, que adquirió 671.000 toneladas en el mismo periodo, y Chile, que registró compras por 526.000 toneladas.

Según Castellanos esta situación ya está afectado a República Dominicana. “Recientemente nuestro país fue víctima de un intento de importación de varillas chinas que no cumplían con las especificaciones técnicas impuestas por el reglamento técnico dominicano RTD458, obligando a los organismos estatales competentes a impedir su comercialización en el territorio nacional” concluyó el ejecutivo.

Desde el punto de vista técnico la construcción de una infraestructura con materiales que no cumplen con las especificaciones y exigencias locales puede representar un riesgo, no solo para el sector industrial, si no para la vida del consumidor final, que muchas veces desconoce esta realidad.

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