SANTO DOMINGO.-El arquitecto y miembro del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Rubén Minaya, se mostró este lunes a favor de que el Gobierno gestione viviendas para ser alquiladas, lo que a su juicio, se convertiría en un buen negocio para los promotores y en una política sustentable para el Estado.

Agregó que “claramente nuestra realidad recomienda, tener un porcentaje de viviendas para alquiler, pero, esto se ha convertido en una figura en extinción, por lo que  debe gestionar viviendas para dedicarlas a ser alquiladas, y esto puede ser una política pública diseñada para estimular a la administración pública y al promotor privado a producir este tipo de viviendas,que se convertiría en un buen negocio para los promotores  y en una política sustentable para el Estado”.

En una nota enviada a END, Minaya planteó que la situación deficitaria  de nuestro parque de viviendas es  consecuencia de no haber tenido una política pública para tales fines, y el modelo que se implementó por décadas,  pretendiendo crear una industria vigorosa de la construcción, para ayudar a crear empleos   al mismo tiempo que robustecer la economía.

“A medida que se va incrementando el déficit habitacional y nos damos cuenta de la magnitud del problema, entonces surge la vivienda social y de bajo costo, que inmediatamente se convierten en un negocio, mediante las exenciones de impuestos, bonos, tierras, etc. que se otorgan al promotor para motivarlo a la inversión en construcción de viviendas», añadió.

Minaya explicó que «pero si la política de vivienda se apoya solo en los promotores privados, tiene un efecto inmediato, como política social es ineficaz, porque al  momento de construir a este no se le pone ninguna condición, este puede construir lo que quiera, donde quiera y como quiera, porque nadie supervisa ni fiscaliza lo que hace, por lo tanto,  el interés del promotor es construir mientras más, mejor y claro mientras peor calidad mayor beneficio”.

Dijo que en el país se trate de crear un modelo de política de vivienda apoyada en la ley 189-11 sobre Desarrollo del Mercado Hipotecario y el Fideicomiso, pero ésta, según precisó Minaya, no aparece la institución que haga una revisión crítica de lo hecho hasta hoy.

Lamentó que el modelo siga siendo productivista y que no procese ni le interesen las necesidades de la familia.

“Hay una desconexión en cuantas viviendas, de que tipo, dirigida a que grupo social, a esto agreguemos que las viviendas de  “bajo costo” tienen un precio regulado pero al poco tiempo se convierten en viviendas de costo libre en el mercado”, agregó.

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