Ya no es un adolescente. Caricom, la Comunidad del Caribe, acaba de cumplir sus 40 años de edad.

Su origen fue el tratado que creó Carifta, una zona de libre comercio entre las naciones de habla inglesa del Caribe, que paradójicamente fue el resultado de un fracaso. Cuando las islas caribeñas se fueron independizando de Inglaterra, pactaron entre ellas una unión política, conocida como Federación de las Indias Occidentales, inspirada por la confederación canadiense. Esa unión duró poco, desde 1958 a 1962, siendo reemplazada por Carifta.

El 4 de julio de 1973 Carifta se transformó en Caricom, como un paso lógico de una zona libre de aranceles de aduana a un mercado común, con mayor integración de políticas económicas, producción, legislación e inversión. En 1989 el mercado común fue sustituido por un mercado único, con libre movimiento de los factores de la producción.

Sus 15 miembros son todos de habla inglesa, excepto Haití y la ex colonia holandesa de Surinam. Los más importantes en términos económicos son Trinidad – Tobago y Jamaica. Uno de los miembros, Bahamas, mantiene condiciones especiales en cuanto a la unión aduanera del grupo.

Aparte de esos quince países, la organización tiene cinco miembros asociados, todos ellos territorios ingleses de ultramar, entre ellos Bermuda y las Islas Caimán.

Por último, tiene varios observadores, a los que no se les considera ni se les incluye como miembros, todos países de la región del Caribe. Entre esos observadores están la RD, Venezuela, México, Colombia y Puerto Rico.

Aunque en más de una ocasión la RD manifestó su interés de incorporarse como miembro, sus intentos no fueron aceptados, mencionándose razones como la diferencia en tamaño y los compromisos de la RD con otros convenios. La relación ha derivado hacia Cariforum, que nos une a Caricom como grupo para coordinar políticas y discutir asuntos económicos con la Unión Europea.

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