Que el Gobierno de los Estados Unidos haya acogido las medidas de ética dispuestas por el presidente Danilo Medina en un documento que firmaron sus funcionarios, es una muestra de buena voluntad que podría significar también apoyo para la tan esperada y sensitiva reforma fiscal.

La decisión de ambos gobiernos, representado de la parte norteamericana por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, podría tener su lado de interés personal si se recuerda que en varias ocasiones, junto a su esposo el ex presidente, ella ha visitado el país como turista.

Las visitas a la República Dominicana, mayormente a Punta Cana y a Santo Domingo, son un aparte de los más de dos millones de millas recorridas en viajes por el mundo en los últimos casi cuatro años. Por sus éxitos se dice que podría ser la candidata demócrata en el 2016.

La acogida al nuevo presidente dominicano, quien hace hoy su debut ante la Asamblea General de las Naciones Unidas no es posiblemente una actitud meramente protocolar, cuando se sabe el empeño que tiene EE.UU. de que prevalezca la transparencia en la gestión pública.

Medina ya se ha comprometido con su país a imponer la ética en el manejo de la función pública, al crear por decreto tras su juramentación, la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental, de acuerdo con la Constitución de RD y los mandatos de las Naciones Unidas.

El hecho de que los Estados Unidos reciban “con gran simpatía el mensaje enviado por el Gobierno dominicano”, lo que va a contribuir y a fortalecer el clima de negocios, así como la imagen de la República Dominicana en el mundo, es una muestra de confianza en Medina.

Desde hace mucho tiempo Norteamérica, el primer socio comercial de la RD y uno de los principales suplidores del turismo, ha estado reclamando la puesta en práctica de medidas que impidan la corrupción, el tráfico de personas, drogas, lavado de activos y terrorismo.

Se diría que Medina entró con buen pie a Estados Unidos en su visita de únicamente tres días, en la cual tendrá la oportunidad de presentarse ante los jefes de Estado y de gobiernos que se congregan esta semana y mostrar la nueva cara del Poder Ejecutivo dominicano.

Medina, quien tiene su propio estilo y personalidad, posiblemente se aparte un tanto del protagonismo internacional que llevó a cabo su antecesor y que todavía le da frutos con una agenda de invitaciones al exterior en actividades privadas y públicas sobre temas de interés actual.

Comisión bilateral
En el encuentro de Medina y Clinton junto a sus asesores durante un té en el hotel Waldorf Astoria, donde se hospedan regularmente los jefes de Estado y de gobiernos que asisten a la Asamblea General, se acordó la creación de una comisión bilateral sobre temas mutuos.

Entre esos asuntos se citan la educación, salud, energía y reformas políticas, todos los cuales son considerados vitales en el programa del gobernante dominicano, aparte de los citados anteriormente y que son objeto de preocupación por parte del Departamento de Estado.

El tema de la corrupción, que no solamente envolvería a funcionarios públicos sino también al sector privado ha sido tratado públicamente en varias ocasiones en el país y se cree que es un dolor de cabeza para EE.UU. en el mantenimiento en buen estado de las relaciones.

Medina también ha aprovechado su visita a las Naciones Unidas, en New York, para reunirse de manera bilateral con el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, quien ha ofrecido asistencia a su régimen y con el presidente del BID, Luis A. Moreno, en los mismos términos, a quienes habría agradecido el apoyo dado a la RD.

Aparte de la comprensión internacional que necesita para obtener los recursos indispensables y arrancar con obras prioritarias tras un arreglo con el FMI, a Medina le urge que comprendan el contenido social de su programa a tono con la crisis mundial y las necesidades dominicanas.

Al gobernante dominicano le viene bien, para los fines de que lo comprendan mejor aquí, una decisión de que las cargas impositivas no deben ser asumidas mayormente por los pobres, posición innegociable del presidente Obama,  reiterada en varios discursos de su campaña electoral.

Obama dice que los ricos deben pagar impuestos, que los mismos no se pueden cargar a los pobres, mientras el ex presidente Clinton lanzó en la su Iniciativa Global Clinton, que se celebra paralelamente en NY, su llamado de oposición a la austeridad como medio de salir de la crisis.

Un viaje austero
Medina propuso un viaje corto y austero, con su esposa Cándida y una delegación de tres ministros, el de Cancillería Carlos Morales Troncoso; de la Presidencia, Gustavo Montalvo y el Administrativo, José Ramón Peralta. Además, su vocero, Roberto Rodríguez Marchena y tres edecanes.

Al grupo se incorporó en la reunión con la secretaria de Estado Clinton, en el hotel  Waldorf Astoria, el embajador  en Washington, D. C., Aníbal de Castro, confirmado por Medina en esa posición poco más de un año después de su presentación de cartas credenciales ante el presidente Obama.

Medina no quiso perder la oportunidad de que lo vieran los dirigentes dominicanos de su partido, PLD y simpatizantes, a quienes prometió durante un acto público en un auditorio de Manhattan, servirle a todos y nunca ser indolente ante los problemas del país.

El gobernante dominicano prometió a sus compatriotas en Estados Unidos extender los planes de alfabetización, que comenzarán en enero y crear el Instituto Dominicano en el Exterior que dará asistencia con abogados y médicos a los dominicanos que lo necesiten.

Por Guarionex Rosa

Publicado en listin.com.do