Demasiado cerca
abril 16, 2013 10:36 am . Noticias.
El triunfo en Venezuela del candidato del gobierno y presidente en funciones fue muy sorpresivo. La sorpresa no estuvo en que ganara, pues eso era lo que se esperaba, sino en el pequeño margen con el que ganó, según los resultados oficiales.
Tenía a su favor la estructura gubernamental, su visibilidad como presidente, las fuerzas armadas, los subsidios, la mayor parte de los medios de comunicación, los legisladores, los gobernadores de casi todos los estados y los medios de transporte, pero aún así el margen de su victoria no llegó al 2%, aunque contaba con el voto de simpatía generado por el fallecimiento de Chávez, quien en octubre pasado derrotó al mismo candidato opositor por un 11%. Y a pesar también del enorme gasto público en el último año, financiado por US$21,000 millones en ventas de bonos y casi US$40,000 millones en créditos de China.
La estrechez del triunfo debilita el liderazgo de Nicolás Maduro frente a otros dirigentes de la corriente oficialista, lo cual es preocupante para su capacidad y disposición de tomar medidas correctivas de los problemas del país. Y es que para reencauzar la situación económica se requiere de decisiones con un alto potencial de impopularidad. Habría que dejar subir el valor del dólar, reducir el gasto en viviendas, permitir un aumento en los combustibles, mitigar los controles de precios y trasladar recursos de programas sociales a inversiones productivas.
Un liderazgo más débil será más proclive a fisuras y cuestionamientos internos, lo que puede complicarse si la oposición, envalentonada por el destacado porcentaje que alcanzó en la elección, resuelve adoptar una posición más militante en contra del gobierno. Es probable, por lo tanto, que Maduro tenga que dedicar más de su tiempo y esfuerzo a atender los asuntos internos venezolanos, y menos a las iniciativas internacionales que distinguieron las actuaciones de su predecesor.