Discurso del nuevo presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) Rafael Blanco Canto en el acto de juramentación de la nueva Junta de Directores

enero 16, 2015 12:34 pm . .

Señores Ministros y funcionarios del gobierno Señores embajadores y miembros del cuerpo diplomático y consular

Señores líderes de los partidos políticos y de la prensa Señores Miembros de la Junta de Directores

Señor Manuel Diez Cabral Pasado Presidente y Miembros del Comité Ejecutivo Saliente

Presidentes y miembros de asociaciones empresariales señoras y señores,

 

Es para mi de gran satisfacción poder dirigirme a ustedes. Lo hago con el mayor sentido de humildad, consciente de la gran responsabilidad que a partir de hoy recae sobre mis hombros, pero con la confianza que inspira saber que estaré acompañado de un gran equipo de hombres y mujeres, líderes empresariales, que forman parte de esta Junta de Directores.

En más de 14 años como miembro del organismo ejecutivo del CONEP, he sido parte de importantes momentos institucionales. Durante ese período, al igual que como ha sido en los más de 50 años de existencia de nuestra institución, diversas coyunturas de la vida nacional han puesto a prueba el compromiso y el liderazgo institucional del sector empresarial, lo que queda evidenciado en el libro “CONEP: 50 Años de su historia institucional” de la autoría de los historiadores Mu Kien Sang-Ben y José Chez Checo.

Debemos reconocer el gran acierto de los fundadores de nuestra institución, que fueron exitosos en la construcción de una entidad que desde sus inicios se caracterizó por la defensa a la libre empresa, el fomento de relaciones armónicas obrero-patronales y el impulso del desarrollo económico y social del país.

Igualmente es justo reconocer, además, el importante proceso de modernización impulsado bajo el liderazgo de Manuel Diez Cabral y el Comité Ejecutivo que hoy concluye su gestión. A Manuel le correspondió liderar de forma exitosa una compleja transición que implicó la jubilación de quien durante casi 30 años fuera nuestro VP Ejecutivo, el entrañable e ido a destiempo, nuestro querido amigo, Franz Castillo, y la conformación de un nuevo equipo de trabajo liderado por Rafael Paz. Se impulsó una amplia reforma del sistema de ingresos del CONEP que ha permitido que contemos con una entidad con mayores niveles de auto sostenibilidad e independencia. De igual forma, una importante transformación de nuestras bases institucionales que culminó con una amplia reforma estatutaria que llevó al máximo nivel la modernización institucional del CONEP. Durante este período se impulsó con mucha energía una reforma del Código Laboral, la suscripción del Pacto por la Reforma del Sector Educativo y el Pacto Eléctrico.

Hoy contamos con un CONEP más proactivo, abierto, plural, transparente y comunicativo, con mayor presencia territorial y conectado con más sectores de la vida nacional. Un CONEP que apuesta a la tecnología, a las redes sociales, a los espacios académicos y a las investigaciones independientes.

La gestión que hoy iniciamos lo hace bajo la bandera de la continuidad. Todo lo creado y desarrollado durante todos estos años será la gran plataforma que sustentará las acciones que impulsaremos.

En este contexto, es propicio recordar que durante 5 décadas hemos llevado a cabo grandes luchas, muchas de ellas contra medidas que hoy nos parecen inverosímiles pero existieron y constituían grandes trabas al desarrollo económico, tales como: controles de precios, comisiones cambiarias a las exportaciones de productos tradicionales, emisiones inorgánicas para financiar déficits públicos, prohibiciones a las exportaciones de ciertos rubros y cuotas de importación, entre otras, fueron combatidas arduamente por el CONEP y ahora son parte de una historia irrepetible. Es evidente que hemos logrado mucho, pero aún quedan temas importantes, que requerirán en los próximos años de nuestra mayor atención, entre las cuales podemos citar las siguientes:

Concluir exitosamente el diálogo tripartito que hemos iniciado entre el sector gobierno, sindicatos y el sector empleador, para así lograr un nuevo Código Laboral que sea un instrumento de garantía de los derechos de los trabajadores, pero sobre todo que facilite y no entorpezca la creación de empleos formales y de calidad.

La suscripción de un Pacto por la Reforma del Sector Eléctrico que siente las bases para un sistema energético eficiente, competitivo y auto sostenible, que no consuma miles de millones de dólares en subsidios.

Evaluar a fondo el Sistema Dominicano de Seguridad Social, surgido como fruto de un amplio acuerdo entre todos los sectores sociales, económicos y políticos del país. A 12 años de su implementación ha llegado el momento de que los principales actores del país hagamos una evaluación profunda que determine fehacientemente todos los impactos positivos que hemos logrado con dicho sistema y nos indique aquellas áreas de oportunidad para introducir mejoras que contribuyan a elevar los niveles de salud y protección a la vejez en el país.

Una mayor seguridad jurídica. Urge una Ley Electoral y una Ley de Partidos para lograr mayor transparencia e institucionalidad en el proceso democrático. La aprobación de una Ley de Quiebras, de una Ley de Reforma de la Policía Nacional y el fortalecimiento de la Jurisdicción Inmobiliaria se hacen impostergables. En este esfuerzo reforzaremos nuestro respaldo a organizaciones como la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS).

La adecuada inversión del 4% del PIB para la educación preuniversitaria, no sólo en infraestructura y salarios, sino en aspectos que apuntalen la calidad de la educación. Fortalecer las matemáticas, ciencias, las tecnologías de la información. Abandonar las carreras que el mercado no necesita. Para el logro de estos fines seguiremos trabajando estrechamente junto a Acción Empresarial por la Educación (EDUCA).

En cuanto al sector transporte redoblaremos nuestros esfuerzos para lograr su transformación definitiva en un sector que sea complemento del desarrollo del país y de una economía más competitiva. Es imposible que el país se modernice con un sistema de transporte anacrónico, caro e informal; un sistema que no obedece reglas, y que no asume su responsabilidad frente a la sociedad. Los dominicanos no podemos seguir padeciendo el bochorno e indignidad del transporte de pasajeros que tenemos y nuestras empresas no pueden avanzar con un transporte de carga sustentado en un grosero abuso de una posición dominante.

En relación al sector financiero, el sector empresarial requiere de un mercado de valores dinámico que permita la captación de capital fresco para poder desarrollar nuevos emprendimientos. Se requiere, además, alcanzar el desarrollo que hoy exhiben los mercados internacionales, actualizando las leyes y reglamentos y reduciendo los excesivos costos regulatorios, que se derivaron en su oportunidad de momentos de crisis ampliamente superados, todo lo cual garantizará la canalización del crédito a los sectores productivos a precios competitivos.

En cuanto al medioambiente se hace indispensable que impulsemos proyectos que nos permitan aprovechar de manera inteligente y sostenible nuestros recursos naturales. En este sentido, cobra especial relevancia la definición de una adecuada política minera que promueva el desarrollo nacional, así como una legislación sobre el ordenamiento territorial del país.

El mundo experimenta un acelerado cambio de época. Las grandes transformaciones políticas y económicas de nuestro tiempo están generando oportunidades, pero también importantes retos, que demandan de nosotros, una actitud proactiva para avanzar. Nuestro país tiene un enorme potencial de desarrollo tanto por sus recursos naturales, por su ubicación geográfica, por su gente, en el cual nosotros, los empresarios, confiamos y tenemos fe en seguir realizando nuestras inversiones, tanto en sectores tradicionales, como en las nuevas actividades económicas en el cual el país se va insertando. Debemos hacer una apuesta firme por la innovación y el uso intensivo de las nuevas tecnologías que son las llaves del futuro.

Hoy ratificamos nuestro compromiso de trabajar mano a mano y de forma armónica con el Gobierno y los demás sectores de la vida nacional para lograr una República Dominicana más productiva, competitiva y próspera, cimentada en un modelo de desarrollo sostenible, con mayor institucionalidad y transparencia y fundada en los valores y en un manejo ético de la función pública. Una República Dominicana que pueda mostrar al mundo las grandes oportunidades que ofrece y que pueda aprovechar sus recursos, humanos y naturales de forma inteligente y para el mayor beneficio de su población. Apostaremos siempre a la defensa de los mejores intereses nacionales y estamos listos para concertar alianzas con todas las organizaciones que trabajen por un mejor país, con quienes queremos unir nuestros hombros para el inicio de una lucha frontal contra la pobreza y las desigualdades en nuestra sociedad, haciendo lo que mejor sabemos los empresarios: generar empleos formales permanentes y de calidad.

En esto y en mucho más espero contar no sólo con la directiva sino también toda la membrecía de la institución. Sin duda juntos somos más. Esta nueva gestión inicia con gran entusiasmo para dar continuidad a lo que juntos hemos construido y para aportar a los retos que tenemos por delante.

Muchas gracias!

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