Disyuntiva de cumplimiento
octubre 3, 2013 7:06 am . Noticias.
En su propuesta de presupuesto para el próximo año el gobierno dominicano mantuvo inalterado en un 2.8% el porcentaje del PIB que el déficit fiscal absorberá, contando con que el PIB crecerá en 4.5%. Si el PIB crece menos, el porcentaje del déficit será mayor, pero en todo caso la deuda pública seguirá aumentando.
En su dependencia de la deuda, el gobierno dominicano sigue los pasos del gobierno de los Estados Unidos, país cuya deuda al mediodía de ayer ascendía a la astronómica, y poco comprensible, cifra de 16,741,430,288,119 dólares con 14 centavos.
Pero a diferencia de los Estados Unidos, aquí no se establece un tope para la deuda de forma separada de las autorizaciones presupuestarias, sino que son estas últimas las que lo determinan de modo implícito.
En los Estados Unidos la ley de gastos autoriza lo que el gobierno federal puede gastar y por ende la magnitud de su déficit fiscal, pero no varía automáticamente el tope de la deuda, el cual es fijado por medio de otra legislación. Esa separación implica que si se llega al tope de la deuda es posible que partidas debidamente aprobadas en la ley de gastos no puedan desembolsarse porque para hacerlo habría que exceder dicho tope. Sería una contradicción que podría provocar una grave disyuntiva.
Tanto la ley de gastos como el tope de la deuda son aprobados por el Congreso y cumplirlos es una obligación para el Presidente y la rama ejecutiva del gobierno. Ahora mismo la ley de gastos no ha sido aprobada y eso ha causado el cierre parcial de los servicios públicos. Pero si se aprobara y dentro de unos días se alcanza el tope de la deuda, el Presidente tendría la disyuntiva de respetar el tope y no cumplir la ley de gastos, o cumplir la ley de gastos y no acatar el tope.
Eso significa que no tendría mucho sentido superar el impasse actual sobre los gastos si no se resuelve también aumentar en lo que sea necesario el techo de la deuda.