Doble incertidumbre
enero 10, 2013 9:49 am . Noticias.
Hoy es el día en que lo que debía suceder no sucederá. El presidente Chávez no asumirá su cargo y no se sabe cuándo, o si, lo hará.
Es una incertidumbre doble. Abarca también el destino de un conjunto de medidas que se anticipaba serían puestas en práctica después de la juramentación, entre ellas algunas destinadas a reducir el cuantioso déficit fiscal del gobierno y a disminuir la creciente divergencia entre el valor oficial del dólar expresado en bolívares y su valor en el mercado libre.
Una devaluación del bolívar ayudaría a solucionar ambas dificultades, pues actuaría directamente sobre la brecha cambiaria y al mismo tiempo incrementaría el monto de los ingresos del gobierno. Esto último debido a que la principal fuente de esos ingresos proviene de las exportaciones de petróleo, lo que significa que aunque el valor en dólares de esas exportaciones no cambiase, su valor en bolívares subiría en proporción con la devaluación.
Pero las devaluaciones tienen un lado oscuro, pues hacen subir el costo de las importaciones, lo que en Venezuela significa casi todo, incluyendo alimentos y demás bienes de primera necesidad. Son, por lo tanto, impopulares y el gobierno evitó aplicarla durante la campaña electoral, posponiendo la decisión para después.
Ese después llegó ahora pero es improbable que el gobierno devalúe en medio de la incertidumbre actual, sobre todo porque eso lesionaría la imagen del vicepresidente y heredero político de Chávez. Si hubiera nuevas elecciones, al gobierno le convendría que se celebrasen con su popularidad intacta.
Las incertidumbres son costosas. Gracias al petróleo, el gobierno venezolano puede esperar. Puede asumir el costo de la doble incertidumbre.
Pero mientras más se tarde en resolverlas, mayor será el trastorno causado por la solución. Los dominicanos lo sabemos, pues lo hemos sufrido con nuestro déficit fiscal y nuestro sector eléctrico.