Economía de casino
marzo 28, 2013 8:10 am . Noticias.
Las Vegas y Atlantic City viven de los juegos de azar, pero que un país viva de ellos es inusual.
El ministro de finanzas de Francia calificó a Chipre como una economía de casino al borde de la quiebra. Fue un calificativo figurado, porque él se refería a que la actividad bancaria chipriota era manejada como si fuera un juego de azar, invirtiendo en operaciones riesgosas dinero recibido de fuentes anónimas, en un ambiente en que el dinero cambiaba de manos de forma oscura.
Y es que para Chipre la tentación fue demasiado grande. Con menos de un millón de habitantes y pocas fuentes de empleo fuera del turismo, su ingreso a la eurozona le abrió un futuro dorado. Podía ofrecer a inversionistas extranjeros cuentas y bonos en euros, ayudarles a evadir impuestos y blanquear capitales, e invertir esos fondos en operaciones lucrativas muchas veces en los propios países de donde el dinero salió.
Sus bancos crecieron hasta ser casi ocho veces el PIB. Empresas e individuos acumularon fondos en ellos, sumándose a los inversionistas extranjeros. Jóvenes profesionales encontraron empleos con buenos sueldos, laborando desde cómodas oficinas. Y el comercio, los restaurantes, las inmobiliarias y los demás servicios encontraron clientes para sus negocios.
Desde que Grecia impuso pérdidas de hasta más del 60% en sus bonos gubernamentales se sabía que los bancos chipriotas tendrían problemas. Y se sabía que el gobierno, que no puede emitir euros, no podía rescatarlos. Pero Chipre quiso mantener viva su banca offshore, al extremo de preferir que los depositantes pequeños asegurados perdieran parte de su dinero, cosa que hubiera ocurrido si el Parlamento no se hubiera opuesto.
Ahora el negocio financiero yace en su lecho de muerte. Se espera que el PIB descienda en 10% este año y 8% en el 2014, y que la tasa de desempleo llegue al 26%. El casino está cerrando y sus fichas han perdido su valor.