El superintendente de Bancos, Rafael Camilo, explicó que la implementación de la ley para el Desarrollo del Mercado Inmobiliario y Fideicomiso tendrá un gran efecto dinamizador en los sectores que componen el 43% del producto interno bruto (PIB) dominicano y que generan el 46% de los empleos.

Se trata de una ley que impactará notablemente la construcción, industria, minería, transporte y comercio. Además se espera que reduzca la brecha social y que facilite el acceso a la vivienda para la mayoría de los dominicanos, quienes poseen poca o ninguna capacidad de ahorro.

Por el momento, la Superintendencia de Bancos ha aprobado siete reglamentos necesarios para la implementación de la ley, ha autorizado la operación de nueve sociedades fiduciarias y dos certificadoras de garantías. Además, ya existe una entidad de intermediación financiera autorizada para realizar servicios fiduciarios,  dos para fungir como agentes de garantías, y otras dos ya están habilitadas para proveer cuentas de ahorro programadas.

“Los beneficios económicos, financieros y sociales que va a generar la Ley de Desarrollo del Mercado Hipotecario y el Fideicomiso la harán una de las más trascendentales de la historia económica reciente”, expresó Camilo, durante el discurso de apertura del XIII Congreso Latinoamericano de Fideicomiso (Colafi 2013).

Vivienda y equidad
Según Camilo, la ley facilita que las familias logren ahorrar para el inicial de su vivienda bajo un  esquema programado, y además crea las instituciones que servirán para canalizar recursos de forma rápida y a menor costo, a la vez que se dinamiza el crecimiento del sector financiero, construcción y la economía en general.

La iniciativa cobra especial interés en un país donde gran parte de su población tiene escasas posibilidades de ahorrar, pues tres de los cinco quintiles en que se divide la sociedad de acuerdo con sus ingresos, devengan salarios mensualmente por debajo de sus respectivas canastas, cuando solo uno trabaja, razón por la cual no podrían financiar su nivel de consumo adecuadamente y menos generar ahorros para adquirir su propia vivienda, resaltó el funcionario.

A su juicio, este segmento de la población constituye un mercado con fuerte potencial para el sector financiero en la medida se puedan crear las facilidades necesarias para su inclusión.

“Los préstamos se dirigen a familias de clase media y alta, que tienen historial crediticio y capacidad de pago, quedando sin atender por el sector financiero un segmento poblacional que se financia en mercados informales, caracterizados por tasas altas y plazos cortos, dificultándoseles adquirir una vivienda y salir de la pobreza”.

Actualmente solo 70,000 familias aproximadamente acceden al crédito hipotecario en el sistema financiero, pero se espera que la ley amplíe el acceso al mercado financiero a 500,000 familias, lo que según Camilo será un verdadero instrumento de democratización de la vivienda.

Por otro lado, para las entidades de intermediación financiera implicará la posibilidad de una ampliación de la cartera hipotecaria de clientes en casi siete veces, en relación con su tamaño actual.

“El gobierno incentivará el ahorro de las familias a través de un bono de compensación del Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (Itbis) o de un bono tierra como ayuda al completivo del inicial de la vivienda”.

La importancia de la ley radica en su gran espectro inclusivo y vinculante para múltiples sectores de la economía, según Camilo. Abarca todos los agentes que participan en el mercado hipotecario. Los hogares que aspiran a adquirir una vivienda, los constructores que necesitan financiar sus obras, las entidades de intermediación financiera que captan los ahorros de los hogares y financian al sector construcción, y a las instituciones públicas que intervienen en esos sectores.

Impacta la creación de puestos de trabajo, más oferta de viviendas a mayores plazos y menores costos, las oportunidades de negocios ofrecidas al sistema financiero y la economía en general.

También destacó la existencia de una mejor relación riesgo-retorno de las inversiones de los fondos de pensiones,  y que contribuye a elevar las condiciones de vida de los dominicanos de forma inmediata.

((Déficit habitacional
Cuantitativo y cualitativo 
La Oficina de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) establece que para el 2010 el déficit de viviendas ascendió a 1,096,000, de las cuales 40% corresponde a déficit cuantitativo, viviendas nuevas que deben ser construidas, y 60% a cualitativo, viviendas que deben ser mejoradas.

Según el estudio, estas necesidades se distribuyen a lo largo de todo el territorio nacional. Los préstamos para la adquisición de viviendas ascienden a RD$105,249 millones, representando el 17% de la cartera de crédito del sistema financiero. Mientras que los créditos a la construcción ascienden a RD$28,322, para un 4.6% de la cartera, ambos por debajo de sus niveles de 2011 de 18% y 6.2%, respectivamente, dijo Camilo en su discurso.

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