El proyecto habitacional La Barquita ejecutado en un 70%

septiembre 21, 2015 6:59 am . .

El proyecto habitacional La Barquita está ejecutado en un 70 por ciento y se espera que para fin de año esté terminado.

Será un proyecto que dará una solución humana, no solo física a quienes viven en zonas vulnerables de ese sector de Santo Domingo Este.

Así lo afirmaron miembros del equipo técnico del proyecto Patricia Cueva, directora de Urbe, la oficina que gestiona y responsable de la iniciativa; Jhael Isa, asesor de transporte; Gisela Mejía, encargada pedagógica, y Emil Rodríguez, encargado de Asuntos Urbanos, al participar como invitados en el Encuentro Económico de HOY.
Destacaron que La Barquita es más que una solución habitacional, debido a que es un proyecto que dignifica la vida de las 1,400 familias que viven allí.

Explicaron que el objetivo de la construcción del proyecto implica un programa de formación ciudadana para las familias que serán reubicadas con las bases y herramientas necesarias para vivir y hacer sostenibles los valores y la sana convivencia. Esto tendrá un impacto positivo en 6,000 personas.

Indicaron que la fase de intervención comunitaria en La Barquita se desarrolla en seis ciclos. Las fases del proceso son: el diagnóstico, sensibilización comunitaria, diseño plan de intervención, desarrollo proceso formativo-educativo, sistematización de buenas prácticas para la sostenibilidad y para que el proceso sea replicable.
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Destacaron que ya el programa de formación ciudadana está dando resultados positivos en los futuros residentes del proyecto.
Enfatizaron que lo realmente fuerte del proyecto es que no solo busca crear viviendas como había ocurrido anteriormente, sino que tomando en cuenta todos los componentes antes mencionados que implica mudarse a otra parte.

Además, resaltaron que también conlleva al tema del fortalecimiento municipal, ya que se está trabajando para ayudar a lograr el empoderamiento y descentralización de los ayuntamientos, debido a que grandes inversiones que se hacen sobre el territorio muy pocas veces repercuten en el fortalecimiento de las normativas de los servicios públicos.

Indicaron que las viviendas contarán con dos y tres habitaciones, habrá 108 locales para negocios, entre otras iniciativas que permitirán a sus habitantes no tener que cambiar sus actividades por el traslado.

En ese sentido, resaltaron que además del impacto social y humano del proyecto habrá un dinamismo económico mayor en la zona porque se incentivará a la formalización de muchos comercios y a la generación de fuentes de empleo.

También señalaron que el programa de formación que se está ejecutando implica alfabetización de los residentes del proyecto que no estaban alfabetizados. Además el fortalecimiento de los valores culturales.

Asimismo, indicaron que hay un padrón “vivo”, es decir que está siendo constantemente actualizado con la finalidad de que solo las personas que están en alto riego en el sector de La Barquita sean los beneficiados del proyecto.
La responsable del proyecto dijo que La Barquita “trasciende sus límites”, ya que implica propuestas que sentarán un precedente en el país.

Dijo que el proyecto está avanzado en un 70 por ciento y se está trabajando para que al final del presente año esté terminado.
Destacó que La Barquita cuenta con todos los permisos correspondientes, de modo que cumple todas las normas establecidas.

Experiencia equipo. Las diferencias entre los miembros del equipo que desarrolla el proyecto han sido muchas, según relatan. Sin embargo, destacan, siempre son solucionadas, ya que el interés de todos es que la iniciativa marque un referente en el país.
Patricia Cuevas, por ejemplo, ve el proyecto no como una solución de vivienda social, sino como una iniciativa de dignidad y de cohesión social.

De su lado, Gisela Mejía valoró el trabajo del equipo y expresó su satisfacción de ver el progreso y la voluntad de mejorar de los residentes de La Barquita.

Para Emil Rodríguez, estar involucrado en el proyecto le ha permitido ver que puede darse “la educación política” porque las personas con las que le ha tocado tratar no están acostumbradas a ver las cosas que necesitan en muchos casos, por lo que al ver una iniciativa que sí está siendo desarrollada para un sector de la población al cual solo se le hacen promesas, arrojará un empoderamiento para exigir que se pueden hacer proyectos similares.

Dijo que, además, le ha permitido eliminar prejuicios al ver que en un sector de clase pobre como La Barquita hay mucha gente valiosa.
En tanto Jhael Isa dijo que se siente bien al trabajar en un equipo que se trata como una familia.

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