En últimos 40 años economía RD se ha multiplicado por 16

julio 15, 2013 9:42 am . .

Con la agricultura y la manufactura perdiendo importancia y el comercio y los servicios aumentando su participación en el producto interno bruto (PIB), la economía dominicana se ha multiplicado en los últimos 40 años  por 16.

En ese ínterin, sólo en tres ocasiones el PIB dominicano cerró en rojo. Los movimientos sectoriales, sin embargo, registraron altibajos pronunciados en actividades históricamente importantes como la agropecuaria y la manufactura local. Los “picos” han asimilado el comportamiento de los sectores emergentes o decadentes.

Además, entre el 1970 y el 2012 la economía dominicana, desde la óptica o parámetro de los organismos internacionales, cambió de nivel y se situó en la franja de los países de ingresos medios.

Ese comportamiento, positivo en términos de objetivos económicos, tiene su parte negativa, y es que limita las ayudas que el país pueda recibir de organismos y gobiernos extranjeros.

Ya para el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la República Dominicana está entre los países clasificados como de ingreso medio alto. Para el 1970, el per cápita dominicano, que es la relación matemática de dividir la producción nacional entre la población total, era de aproximadamente US$1,500 y ahora se sitúa en aproximadamente US$5,600.

El crecimiento acelerado de la economía se registrado en los últimos 16 años, período en el cual el tamaño de la economía es diez veces mayor, reportando la producción nacional un ascenso en su valor  de RD$123,426 millones a RD$1,374,270 millones, un crecimiento porcentual de 1,013.

Resultado global
En general, el crecimiento económico de las últimas cuatro décadas ha estado acompañado, o ha sido el resultado, de una importante modificación de la estructura productiva, la que para el año 1970 estaba dominada por la agricultura y la manufactura, sectores que fueron perdiendo importancia en la medida que la economía se movía hacia los servicios.

Los primeros movimientos o tendencias se produjeron con la aparición y crecimiento del turismo y las zonas francas, por los años 80, y luego con las telecomunicaciones.

Esa transformación productiva ha dado lugar también a un extraordinario cambio en término geopolítico, al pasar el país de una mayoría rural a urbana. Hasta los años 70, cerca del 65% de la población era rural y el 35% urbano. Ahora el 70% vive en las ciudades y el 30% en los campos.

El cambio, en la estructura productiva originó, incluso, que el Banco Central, como único organismo dominicano que hace cuentas nacionales,  ampliara la base de sectores, incorporando con nombre propio segmentos que antes registraba como “Otros”, una especie de cuenta zafacón, donde se “tiraban” todos los componentes que por su poco rendimiento o aporte se quedaban como nombre común.

Además de ampliar la base, el Banco Central ha cambiado el año base en tres ocasiones, a partir del 1970. Ahora se aplica el 2007, en el cual al calcularse el PIB en base al enfoque de la producción, se reflejan variaciones estructurales importantes en las actividades económicas.

En ese cambio de rumbo, inducido o espontáneo, algunas  actividades ganaron ponderación, como son construcción, minería, comercio y otras del área de los servicios; mientras que otras disminuyeron su protagonismo en la economía, incluyendo las dos principales exponentes del aparato productivo: la agropecuaria y manufactura.

La estampa del cambio estructural productivo está dada en porcentajes. En el 1991, los servicios representaban el 48% de la economía y actualmente constituyen el 59.4% y en el mismo período, la producción de bienes se movió en retirada de 44.9 a 32.3%, según medición del Banco Central.

En su libro “4 Décadas de Políticas de Desarrollo Productivo en República Dominicana”, los economistas Rolando M. Guzmán, Manuel Agosin, Magdalena Lizardo y Rafael Capellán plantean que la República Dominicana “ha mostrado  cierta habilidad para variar sus esquemas de políticas de desarrollo ante variaciones de las circunstancias.

La implantación de la Ley de Incentivo Industrial promulgada en 1969 probablemente fue, a pesar de muchas limitaciones, un impulso favorable y hasta necesario para la creación de una estructura industrial que simplemente no existía.

Posteriormente, la orientación hacia el desarrollo de las zonas francas y el turismo fue una respuesta oportuna al agotamiento de la capacidad de generación de divisas por las exportaciones tradicionales, tras la caída de la demanda por el azúcar”.

Un factor del giro productivo que ha concitado preocupación en amplios sectores, especialmente en instancias privadas, es el comportamiento de las exportaciones, cuyo aporte a la economía no está cónsono con la expansión del PIB. La variable exportaciones de bienes y servicios registró el menor ritmo de crecimiento de los últimos 16 años, de tan solo multiplicarse por seis.

Según la visión que tienen los técnicos del Banco Central, “este resultado podría ser utilizado como una voz de alerta por las autoridades correspondientes a fin de que el modelo económico actual debiera reorientarse hacia una política de promoción y mayores incentivos a las actividades orientadas a las exportaciones”.

Posición
El Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), el organismo cúpula del sector privado cuyas posiciones tienen una alta influencia de la visión del sector manufacturero nacional, es de las instancias privadas que alberga preocupaciones por la forma como se ha registrado el crecimiento económico.

En un reciente documento titulado “Análisis del Mercado Laboral en la República Dominicana y Lineamientos Generales Hacia su Formalización”, el organismo empresarial privado plantea que el “alto crecimiento” de la economía dominicana durante los últimos 10 años trajo consigo un “aumento extraordinario del déficit de nuestra balanza comercial, pasando de 2,156 millones de dólares en 2003 a 8,679 millones de dólares en el 2012”.

Destacó que si bien las exportaciones crecieron a una tasa anual de 6.6%, pasando de 5,470 millones de dólares en el 2003 a 9,079 millones de dólares en el 2012, las importaciones han crecido en forma extraordinaria, pasando de 7,626 millones de dólares a 17,758 millones en el mismo período, para un aumento de 10.94%”. La conclusión a que llega el análisis del Conep, es que por cada dólar de exportación, las importaciones crecen 1.65 dólares”.

Modelo ha deteriorado
la balanza de pagos de RD
El resultado del modelo de desarrollo de los últimos años ha sido un deterioro en los términos del intercambio comercial, terminando en un elevado déficit que según la visión del Conep “era hasta el 2006 manejable dentro de los parámetros” de la economía.

Pero a partir del 2007, el déficit comenzó a aumentar desproporcionalmente, pasando de 3.6% del PIB en el 2006 a un máximo del 9.9% en el 2008. “A partir de aquí, la deuda pública no solo se utilizó como mecanismo para cubrir los déficits gubernamentales, sino como mecanismo de financiamiento de nuestra balanza de pagos”.

Cita un informe del Centro para el Desarrollo Internacional de Harvard University según el cual el 75% del crecimiento económico de la última década se registró en el sector no transable”. l

Un crecimiento que baja la ayuda

El economista Luis Manuel Piantini, representante dominicano ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) dijo que en el grupo de “Economías Vulnerables” que coordina Barbados nos quejamos que el indicador utilizado por los organismos internacionales (BM,BID, etc.) para dar el apoyo de cooperación financiera a nuestros países, que es el PIB per cárpita, nos está perjudicando enormemente pues nos coloca en una categoría de países de ingreso medio elevado, por sus ingresos per cápitas, que nos expulsa del grupo a ser beneficiados cuando realmente somos países con elevados niveles de pobreza y mala distribución de los ingresos. Piantini, un exvicegobernador del Banco Central y representante ante el Fondo Monetario, considera que los organismos internacionales deben de utilizar otros indicadores, como el de desarrollo humano, para el otorgamiento de la ayuda que conceden.

Con la nueva forma de compilación de las Cuentas Nacionales se especifica la contribución de cada uno de los sectores institucionales al PIB. Un dato determinado da cuenta que el 54.3% del valor agregado de la economía corresponde a las Sociedades No Financieras y el 35.4% a las actividades productivas de los hogares.

El Gobierno General y las Sociedades Financieras aportan el 5.9% y 4.5%, respectivamente. La nueva medición distingue el aporte que hace el sector Hogares al PIB porque se han calculado en forma independiente las actividades productivas donde se incluye el sector informal, el cual anteriormente se calculaba en forma conjunta con las Sociedades no Financieras, explica el Banco Central.

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