Gran Santo Domingo tiene cada vez más solares en las nubes
abril 28, 2015 7:30 am . Noticias.
Si usted vivía hace cinco años en una zona como Piantini, Naco, Serrallé, Evaristo Morales, Bella Vista o Los Prados en la capital, y se marchó de esos lugares, es muy probable que no logre identificar con facilidad el punto donde estuvo su casa si sale a buscarla actualmente.Quizás recuerde el nombre de la calle donde estuvo la vivienda y la otra calle con la que “hacía esquina”. La sorpresa podría llegarle cuando descubra que donde hubo una casa de un piso, ahora hay que mirar muy para arriba, porque lo que existe ahí es una torre de 30 pisos. Es la dinámica que lleva el Gran Santo Domingo. La ciudad se verticaliza cada vez más y esa verticalidad se produce no solo en estructuras diseñadas para negocios, sino también para ser habitadas por las familias. La transformación se inició en Gascue, el sector tradicional de la clase alta de la capital. “La gente del pueblo vive cada día más encaramá”, suelen decir los cibaeños cuando visitan a Santo Domingo. Equivocados no están.
“El problema del Distrito Nacional es que está confinado a un área reducida. No tiene ninguna posibilidad de crecimiento que no sea vertical. No me opongo a ese tipo de crecimiento”, dice la arquitecta Esther Morillo, expresidenta del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia), cuando aborda el tema.
En asunto de “construir para arriba” no empezó ahora. De acuerdo a un “corte” realizado en 2014, el 80% de los planos de construcción aprobados entre 2010 y 2014 por la Dirección de Planeamiento Urbano del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) correspondía a edificaciones sobre los cuatro niveles o plantas, como popularmente se conoce.
Y mirando más hacia el pasado, según la página “Red de Vida Condominios”, las opiniones sobre la corriente del crecimiento vertical de las ciudades comenzaron a tejerse entre los profesores universitarios en los años 70, aunque concretamente no se levantó ninguna construcción como las de gran altura que se observan hoy. La publicación refiere que para entonces se hablaba bastante del tema en universidades como la Autónoma de Santo Domingo, la Pontificia Universidad Católica, Madre y Maestra y la Pedro Henríquez Ureña.
Esther Morillo, si bien está de acuerdo con el crecimiento vertical de la ciudad, tiene la preocupación de que no se estén adaptando las infraestructuras a ese crecimiento, y al hecho de que los cabildos, especialmente el ADN, no estén recuperando plusvalía. En ese aspecto, refirió la existencia de la normativa “Zonificación indicativa sobre densidades”, del año 2009, que es una referencia para los directores de Planeamiento Urbano poder otorgar los permisos para que se construya a determinadas alturas.
Cuando la experta habla de “ir adaptando las infraestructuras”, lo hace tomando en cuenta, por ejemplo, que no es lo mismo llevar el agua a una casa de dos pisos, que a un edificio de 20 plantas. Y lo propio aplica para el manejo de los desechos sólidos, del drenaje sanitario y otros componentes.
En cuanto al tema de la vulnerabilidad sísmica, de la que siempre se advierte en el país, Esther Morillo aseguró que eso no le preocupa porque hay un nuevo código sísmico y se está siendo muy rígido en su aplicación. “Yo digo que para algo hemos formado ingenieros en este país. En esa parte me parece que sí vamos bien porque se está siendo muy rígido en el tema del nuevo código sísmico, aunque a nivel de supervisión tenemos algunas debilidades. Pero a nivel de los planos se es muy estricto”, plantea.
Sostiene que el hecho de que haya torres y edificios altos constituye también un atractivo visual para los extranjeros que quieren invertir en la capital, cuando observan el avance existente.
El director de Proyectos de CP Construcciones Planificadas, Héctor Bretón, dijo a elCaribe que, según el Estudio de Ofertas y Demanda (EOD) realizado en el año 2013, para el 2012 la oferta por parte de los constructores (en este caso, de viviendas) era de unos 675 proyectos para un total de 10,500 unidades habitacionales, en general.
Dinamismo
En 2014 la construcción creció de manera importante y su impacto en el producto interno bruto (PIB) superó el 14%.