SANTO DOMINGO.-La Asociación de Importadores de Aceros y Derivados (ASOIMAD) denunció la incertidumbre y la intranquilidad en que se desenvuelven sus miembros, cuyas operaciones comerciales están sometidas a múltiples trabas gubernamentales que les provocan pérdidas millonarias.

Nelson Beltrán, presidente de la entidad, afirmó que la situación es tan grave que la mercancía que la dirección de Aduanas debe despacharle en 72 horas dura más de 40 días en los patios de esa institución.

Atribuyó esa situación al monopolio que existe en la comercialización de la varilla, que utiliza a los ministerios de Obras Públicas e Industria y Comercio para entorpecer el comercio con la varilla importada.

“De esa manera, pretenden mantener su monopolio, que va en perjuicio del consumidor que tiene pagar los precios de la varilla aumentados en más de un 40 por ciento, cuando no hay varilla importada en el mercado local”, expresó el empresario.

En una oportunidad, asegura, el Departamento de Comercio de la embajada de Estados Unidos en el país tuvo que intervenir ante las autoridades dominicanas para que se pudiera despachar una mercancía que duró alrededor de 4 meses en las aduanas.

Manifestó que el Instituto Dominicano para la Calidad (INDOCAL), una dependencia de Industria y Comercio y con el Departamento de Norma de Obras Públicas son los organismos responsables de hacer las evaluaciones tanto a la varilla importada como a la varilla de producción, según el reglamente RTD 458.

Dijo que, sin embargo, solamente se hacen evaluaciones a la varilla importada, retardando la toma de muestra por semanas, mientras a la varilla local nunca se le ha hecho una evaluación.

“En la mayoría de los casos los técnicos no están disponibles y, de manera premeditada, provocan que la mercancía dure más tiempo en los patio de las aduanas”, significó.

Explicó que los importadores tienen un plazo de siete días para retirar su mercancía de las aduanas, pero que al extenderse por más 40 días, tienen que pagar recargos millonarios en pesos por cada carga, hecho que encarece el producto y le resta competitividad.

Beltrán aseguró que cuando esa mercancía llega a territorio dominicano, los países exportadores la proveen de los certificados de calidad correspondientes, hechos por laboratorios que están certificados y registrados en los organismos competentes de Estados Unidos.

Empero, aseguró que la varilla local no tiene evaluaciones de laboratorios certificados ni registrados.  Advirtió que la situación expone al país a ser condenado en la Organización Mundial del Comercio (OMC), porque es violatoria del Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos de América ( DR-CAFTA ).

Indicó que las empresas importadoras cumplen con todas las normativas que el reglamento establece, incluyendo de pagar una fianza por el valor de cada importación, lo cual es abusivo, porque solamente se le exige a los importadores de varilla con el objetivo de encarecer más el producto. Su importación.  Aseguró que esa exigencia está fuera de los parámetros técnicos que debe exigir esa dependencia y retrazar el retiro de la mercancía de los puertos.

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