Inversión Extranjera Directa (IED) hacia Latinoamérica aumentó un 6% en 2013

junio 24, 2014 4:23 pm . .

GINEBRA.–Las corrientes de inversión extranjera directa (IED) hacia América Latina y el Caribe aumentaron un 6 por ciento en 2013, hasta alcanzar los 182.000 millones de dólares, según el informe sobre las Inversiones en el Mundo 2014 de la Conferencia de Naciones Unidas para la Cooperación y el Desarrollo (UNCTAD).

La cifra de 182.000 millones excluye lo obtenido por los centros financieros extraterritoriales.

Si se incluyen estos centros, el volumen total de la IED en la región de América Latina y el Caribe se cifró en 292.000 millones de dólares.

El aumento del 6 por ciento hacia la región es el resultado de la combinación de un incremento del 64 por ciento de las corrientes de IED hacia América Central y el Caribe (incluyendo a México), por valor de 49.000 millones de dólares, y el descenso del 6 por ciento de la IED hacia América del Sur, por un monto de 133.000 millones de dólares.

En años anteriores, el crecimiento de la IED fue impulsado principalmente por Sudamérica, pero en 2013 las corrientes de IED dirigidas hacia esa subregión se redujeron, después de tres años consecutivos de fuerte crecimiento.

Todas las grandes economías sudamericanas padecieron una reducción de la IED.

La potencia regional, Brasil, registró una ligera disminución del 2 por ciento, debido a una caída de las corrientes dirigidas a la industria manufacturera y los servicios, aunque las dirigidas hacia el sector primario y hacia ramas de la producción como los vehículos de motor, la electrónica y las bebidas, aumentaron considerablemente.

Las corrientes hacia Chile, Argentina y Perú disminuyeron debido al descenso de la IED en el sector minero, explicitan los expertos de la UNCTAD.

Las inversiones en Chile cayeron un 29 por ciento (20.000 millones de dólares); en Argentina un 25 por ciento (9.000 millones de dólares); y en Perú un 17 por ciento (10.000 millones de dólares).

En cambio, las corrientes de IED hacia Colombia aumentaron el 8 por ciento, hasta alcanzar 17.000 millones de dólares, debido en gran parte, según el informe, «a las actividades transfronterizas de fusión y adquisición en los sectores de la electricidad y la banca».

Por su parte, Venezuela registró un aumento del 119 por ciento de las IED (en torno a 7.000 millones de dólares), destaca el estudio.

Las corrientes de IED hacia América Central y el Caribe (excluidos los centros financieros extraterritoriales) aumentaron el 64 por ciento hasta alcanzar los 49.000 millones de dólares.

El informe explica este hecho especialmente por la adquisición, por un monto de 18.000 millones de dólares, de las acciones restantes del Grupo Modelo por la cervecera belga Anheuser-Busch InBev, lo que duplicó con creces la entrada de IED en México, cifrada en 38.000 millones de dólares.

No obstante este hecho puntual, también se registraron aumentos en Costa Rica (14 por ciento), Guatemala (5 por ciento) y Nicaragua (5 por ciento).

Las salidas de IED de América Latina y el Caribe (con exclusión de los centros financieros extraterritoriales) se redujeron en un 31 por ciento, por valor de 33.000 millones de dólares, «principalmente a causa del estancamiento de las adquisiciones en el extranjero y del fuerte incremento de los reembolsos de los préstamos a las empresas matrices por filiales extranjeras de empresas transnacionales brasileñas y chilenas», explicita el texto.

Con respecto al futuro, el informe señala que «las nuevas oportunidades para los inversores extranjeros en los sectores del petróleo y el gas, como el gas de esquisto en la Argentina y la reforma energética en México, auguran perspectivas interesantes para la IED en la región».

Asimismo, el informe destaca el crecimiento de la industria automovilística en Brasil y en México, y la atracción que el sector ejerce para las IED.

En general, en 2013, los flujos mundiales de IED se situaron en 1.45 billones de dólares, un aumento del 9 por ciento con respecto al año anterior.

Las proyecciones de la UNCTAD apuntan a un aumento de los flujos mundiales de IED hasta un total de 1,6 billones de dólares en 2014, 1,75 billones de dólares en 2015 y 1,85 billones de dólares en 2016, impulsado principalmente por las inversiones en las economías desarrolladas.

Los flujos de inversión extranjera directa en el mundo crecieron 9 % en 2013

Los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) en el mundo aumentaron en 2013 un 9 % respecto al año anterior y seguirán creciendo hasta 2016, según el último informe de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).

La UNCTAD -agencia que publicó hoy el documento Inversiones en el Mundo 2014 que analiza los flujos de inversión en 2013 y augura lo que sucederá este año y los dos siguientes- indica que en el ejercicio anterior se registró un incremento de la IED del 9 %, hasta los 1,45 billones de dólares.

Tras registrar un fuerte descenso en 2012, la inversión extranjera directa de las 39 economías desarrolladas del mundo se recuperó el año pasado.

Las corrientes de entrada hacia los países desarrollados subieron en 2013 a 566.000 millones de dólares, lo que supuso un aumento del 9 % respecto al año anterior.

Por su parte, las corrientes de salida alcanzaron los 857.000 millones de dólares en 2013, manteniéndose prácticamente invariables en comparación con el año anterior.

A pesar de estas cifras, tanto las entradas como las salidas se situaron en un nivel que apenas llegaba a la mitad del máximo registrado en 2007, destaca el informe.

España ocupó el cuarto lugar entre los principales receptores de los flujos de IED hacia países desarrollados.

Por orden descendiente las economías ricas que más recibieron fueron Estados Unidos, Canadá, Australia, España, Reino Unido, Irlanda, Luxemburgo, Alemania, Holanda e Italia.

El año pasado, los flujos de IED a las economías en desarrollo alcanzaron un nuevo máximo de 778.000 millones de dólares, lo que representó el 54 % de las entradas mundiales.

No obstante, la tasa de crecimiento disminuyó al 7 %, en comparación a una media de los diez últimos años del 17 %, puntualiza el texto.

Diez de los primeros veinte países clasificados en la lista de principales receptores de IED son economías en desarrollo y en transición.

Con un total de 426.000 millones en IED, Asia acogió casi el 30 por ciento del total de inversiones, por lo que fue la región el mundo que más flujos atrajo.

Con respecto a las proyecciones futuras, la UNCTAD apunta a un aumento de los flujos mundiales de IED hasta un total de 1,6 billones de dólares en 2014, 1,75 billones de dólares en 2015 y 1,85 billones de dólares en 2016, impulsado principalmente por las inversiones en las economías desarrolladas.

«No obstante, todavía es posible que la fragilidad de algunos mercados emergentes y los riesgos inherentes a las incertidumbres de las políticas y a conflictos de nivel regional frustren el alza prevista de los flujos de IED», considera el texto.

Según las estimaciones de la UNCTAD, «por lo menos hay 550 empresas trasnacionales de propiedad estatal -tanto de países desarrollados como en desarrollo- con más de 15.000 filiales extranjeras y con activos exteriores estimados en más de 2 billones de dólares».

Se calcula que las IED de las empresas trasnacionales estatales fueron de más de 160.000 millones de dólares en 2013, lo que representa más del 11 % de los flujos mundiales de Inversión Extranjera Directa.

Por otra parte, la IED de las trasnacionales de países en desarrollo alcanzó los 454.000 millones de dólares en 2013, lo que supone un récord.

Otro de los puntos destacados en el informe es que los fondos soberanos de inversión siguen expandiéndose y, en 2013, sus flujos de IED ascendieron a 6.700 millones de dólares.

El documento también hace mención a la carencia de inversiones en los países pobres directamente relacionadas con el desarrollo de la nación.

La UNCTAD calcula que los Estados con pocos recursos afrontarán entre 2015 y 2030 un déficit anual de 2,5 billones de dólares en inversiones relacionadas con el desarrollo del país.

«Según las estimaciones, únicamente en los países en desarrollo, son necesarios entre 3,3 billones y 4,5 billones de dólares anuales de inversión en infraestructuras básicas (carreteras, ferrocarriles, puertos, centrales eléctricas, agua y saneamiento), seguridad alimentaria (agricultura y desarrollo rural), mitigación del cambio climático y adaptación al mismo, salud y educación», precisa.

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