Inyección de ánimo
noviembre 28, 2012 12:18 am . Noticias.
No creemos que se haya descubierto una fórmula eficaz de infundir ánimo en situaciones sociales adversas. Pero hay que tratar de hacerlo para evitar que las cosas se pongan peor.
El gobierno controla actualmente todos los poderes del Estado. Se podría creer que ese hecho le permite actuar con entera libertad, decidir lo que más conviene hacer y ponerlo en práctica cuando quiera. El ánimo, sin embargo, no es controlable, y sin una respuesta adecuada de la población poco podrán lograr las políticas y medidas oficiales.
Creemos que el presidente Medina comprende esa situación y conoce que la acción gubernativa tiene límites. Que no basta con que sea aceptada, sino que debe ser comprendida. Y que es preciso que no apague el esfuerzo y el entusiasmo.
Pensamos también que sabe que es difícil lograr eso en las presentes circunstancias. Tiene que conjugar más cargas tributarias con estímulos al desarrollo. Tomó la decisión de gravar los ahorros cuando más éstos se necesitan para sustentar la inversión. Dependerá del gasto público para fomentar la actividad económica. Y corre el riesgo de que aumente el desempleo y el país se haga más dependiente de los servicios y las importaciones.
A fin de mitigar esos riesgos es preciso cambiar el cuadro actual de rentabilidades relativas. En otras palabras, para que la industria y la agricultura atraigan recursos y creen trabajos hay que revertir el declive de su rentabilidad comparada con la de los servicios. Por igual, hay que aumentar la rentabilidad de las exportaciones respecto de la de producir para vender aquí. Y hay que lograr que sea rentable hacer inversiones cuyos resultados se ven a largo plazo, en lugar de sólo preferir inversiones comerciales que prometen ganancias rápidas.
Los apremios fiscales han oscurecido el panorama. Permiten vislumbrar únicamente los objetos cercanos, envueltos en las sombras del tira y hala tributario.