Los ambientalistas están alarmados, pero aquí en la RD no nos sentimos preocupados.

A pesar de que Europa está sumida en una crisis económica y de que en los EE.UU. el desempleo afecta al 7.5% de su fuerza laboral, la contaminación atmosférica continua en aumento.

Un informe dado a conocer ayer por la Agencia Internacional de Energía reveló que las emisiones de dióxido de carbono, uno de los principales compuestos contaminantes, llegó a un nivel record en el 2012, ascendiendo un 1.4% respecto del año anterior para alcanzar 31,600 millones de toneladas.

Según la agencia los culpables fueron los chinos, pues son ya los principales emisores de CO2 y emitieron 300 millones de toneladas más. Los EE.UU. en cambio, redujeron las suyas en 200 millones, a medida que produce más electricidad con gas natural y menos con carbón. En Europa, por la crisis, las emisiones bajaron en 50 millones. Japón fue una excepción, pues a pesar de su lento crecimiento sus emisiones crecieron en 70 millones de toneladas, debido al mayor uso de las plantas de carbón por el accidente nuclear del 2011. Causa alarma ponderar cuánto más CO2 y otros gases se hubieran emitido si la actividad económica en los EE.UU. y Europa hubiese sido mayor.

Las plantas eléctricas que usan carbón son la mayor fuente de CO2 y la RD va a contratar dos grandes plantas de ese tipo. Dada nuestra crisis energética, no nos quita el sueño pensar en la contaminación. Nuestra prioridad absoluta es resolver o mitigar la enorme crisis del sector. Además, somos una isla bendecida por vientos que despejan la contaminación de nuestro aire.

Pero ésa puede ser una falsa sensación de seguridad. El dióxido de carbono está elevando la temperatura mundial, incrementará la intensidad de los huracanes, lesionará las cosechas de las zonas tropicales y hará subir el nivel del mar, inundando y erosionando las costas de islas como la nuestra.

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