Quejas por la economía

enero 25, 2013 9:43 am . .

Sería de esperar que en un país cuya existencia está continuamente amenazada, las elecciones giren exclusivamente en torno a asuntos políticos y militares. En Israel, sin embargo, quedó demostrado esta semana que aún en esas circunstancias extremas la economía es un tema importante.

Haber pasado por alto su importancia fue precisamente la razón por la que los resultados electorales no fueron como lo esperaba el gobierno, el cual convocó comicios anticipados a fin de fortalecer su mayoría parlamentaria y terminó con una posición más débil.

Temas como la confrontación con Irán, los asentamientos y la seguridad de las fronteras, sobre los que el gobierno basó su plataforma electoral, interesaban, como es lógico, a los votantes, pero también les preocupaba la situación económica. Eso explica la sorpresa de que un partido centrista, liderado por un antiguo periodista sin mayor trayectoria política, llegara inesperadamente a ser el segundo más votado.

No es que la economía israelí esté tan mal como las de otras naciones. Su PIB, en realidad, aumento el año pasado en un 3.1%, nada insignificante aunque fuese el menor crecimiento desde el 2009, y el desempleo es de apenas un 7%. Pero las cifras agregadas del PIB ocultan muchas cosas.

Hay fuertes quejas en la población por el alto costo de los alimentos y las viviendas, las desigualdades en los ingresos, el poder de las grandes corporaciones, así como por los elevados impuestos que tiene que pagar. El déficit fiscal llegó al 4.2% del PIB en el 2012, lo que hace creer que se planea otro aumento de impuestos después de las elecciones como parte del nuevo presupuesto.

Muchos electores hubieran querido que los partidos hubiesen tratado los asuntos económicos con mayor profundidad, haciendo compromisos formales al respecto. Pero es probable que sea ahora, después de las elecciones, cuando esos asuntos sean más debatidos.

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