En República Dominicana los alquileres de viviendas están cada vez más dolarizados, especialmente, en residenciales y urbanizaciones de clase alta y a pesar de que la gente se queja porque los precios son altos, el negocio no se detiene y es aún “apetitoso”.La cantidad de letreros “se alquila”, colocados por todos lados, especialmente en el Gran Santo Domingo (Distrito Nacional y provincia Santo Domingo) de repente dan la impresión de que la actividad entró en recesión y de que hay muchos apartamentos vacíos, sin embargo, conocedores y empresarios del ramo tienen una lectura más positiva sobre ese particular.

“Lo que ocurre es que hay muchas más ofertas y la gente sigue comprando por inversión y claro, tienen que ponerlo en alquiler”, sostiene la presidenta de la Asociación de Empresas Inmobiliarias (AEI), Alenny Garabito, cuando aborda el tema con elCaribe. Garabito, que también es presidenta de Time Homes Inmobiliaria, asegura que –contrario a las quejas que externan muchos de los interesados en alquilar viviendas-, los precios han estado bajando. “Tampoco creo que porque haya muchos letreros de apartamentos que se alquilan signifique que el negocio está anda mal. Lo que más hay es gente buscando alquileres”, indica.

El hecho de que muchas personas busquen donde vivir no es casual. República Dominicana tiene un déficit habitacional de unas 900,000 unidades y una demanda que hace varios años se situó en 143,000 viviendas, de acuerdo a un estudio realizado por la firma Ecomi-K, del economista Bernardo Fuentes.
Cuando este diario le pregunta sobre el tema al presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Viviendas (Acoprovi) Fermín Acosta, éste responde así: “Nosotros percibimos que el año pasado mucha gente decidió vender la vivienda que tenía en alquiler por el tema de la ley”. Cuando el presidente de Acoprovi habla de ley, se refiere a que no hay nada que garantice que las viviendas que se alquilan sean entregadas cuando se agote el contrato y en las condiciones acordadas entre las partes.

Y esas dificultades para desalojar al inquilino han provocado cierta desmotivación en las inversiones para alquiler o arrendamiento, dice Fermín Acosta. Y lo sustenta rememorando que antes muchas familias, que ahora no lo hacen, invertían para tener viviendas en renta para subsistir cuando dejaban de trabajar, o como un modo de negocio.

En algunos de los casos los alquileres de un “techo” (apartamentos en residenciales de clase media alta o alta) sobrepasan los RD$25,000, o el equivalente a esta cantidad en dólares. Por ejemplo, en los clasificados de varios periódicos se anunciaban ayer apartamentos que sobrepasaban por mucho la cantidad citada. Uno ubicado en Los Cacicazgos de tres habitaciones y otras facilidades como parqueo, se cotizaba en US$1,000, que a la tasa del día (de 44.60 pesos por un dólar) es igual a RD$44,600.

En Evaristo Morales otra oferta en alquiler disponible ayer alcanzaba los US$900 (RD$40,150).

Muchas veces cuando se negocia la renta de una casa, el interesado debe disponer de un dinero adicional a los depósitos oficiales, para el intermediario. Y otras veces aunque la negociación se efectúe entre el dueño y el cliente directamente, este último tiene que cargar con ese “pago extra”, no reembolsable,que equivale -en el monto- a un pago de un mes.

Acoprovi no percibe una caída en el negocio en RD

El precio para rentar un lugar donde vivir nunca es estándar, porque el costo depende de una serie de cuestiones que posea o no el inmueble y del propio sector donde esté ubicado.

“Nosotros no hemos percibido que haya una caída en la cantidad de alquileres por un tema de precios, aunque creemos que los alquileres pueden tener un ajuste hacia la baja. Pero para eso es necesario que haya una mayor inversión en viviendas para alquiler en el país”, apunta Fermín Acosta, que también preside la firma Crisfer Inmobiliaria.

Partiendo de su experiencia en el tema quizás Acosta agrega un ingrediente a la conversación.

Plantea que tiene que haber un ajuste de la mentalidad de la gente en cuanto al tamaño de la vivienda. “Hay una tendencia a que las viviendas sean más confortables pero de menos espacio, porque los espacios ameritan mantenimiento y tienen costo. Cuando tienes un apartamento muy grande, si tomas en cuenta que ya las familias necesariamente no tienen una empleada doméstica las 24 horas del día, eso crea una dificultad para limpiarlo. Igual ocurre si tienes que enfriarla con aire acondicionado.

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