Ruta a la escasez

julio 10, 2012 12:19 am . .

Aquí en la RD el peso se utiliza para comprar de todo. Algunas cosas, como apartamentos, maquinarias y vehículos, suelen cotizarse en dólares, pero a la hora de pagar se pueden usar los pesos, a la tasa de cambio del momento. Con pesos se abren depósitos bancarios y se adquieren valores del gobierno y de empresas. Y los que tienen dólares los emplean como mejor les parezca.

Si hubiera restricciones, habría desconfianza, la población preferiría usar otras monedas, y tendríamos entonces tasas irreales de cambio, sostenidas artificialmente.

Actualmente en Argentina el gobierno está empeñado en lograr que la población ahorre en pesos y canalice esos fondos de modo que estén disponibles para el financiamiento de la producción nacional. Ambos objetivos son convenientes para la economía, pero la duda está en cuanto a la forma en que lo está tratando de lograr.

El gobierno argentino, a través de la Administración Federal de Ingresos Públicos, establece cuáles transacciones pueden llevarse a cabo en el mercado cambiario local, y ha venido reduciendo la lista. Los individuos no pueden comprar dólares para fines de ahorro. Tampoco los que vendan propiedades podrán convertir sus montos en dólares. Sólo los viajes al exterior tendrán acceso a las divisas. Como consecuencia, el dólar paralelo ha subido, en un contexto en que la inflación en la primera mitad del 2012 supera el 10%.

Los dominicanos hemos pasado por períodos similares o aún mucho más graves. Nuestra experiencia es que una restricción conduce a otra, a medida que el mercado libre se distancia del oficial. Luego vienen las carencias y la escasez de productos.

Argentina está aún lejos de las etapas más críticas del proceso. Tiene buenas reservas de divisas y un fuerte sector exportador basado en bienes primarios. Es de esperar que sus propósitos nacionalistas no impidan el funcionamiento eficaz de las señales del mercado.

POR GUSTAVO VOLMAR

Publicado en el Diario Libre

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