Los economistas Nelson Suárez y Pavel Isa Contreras respaldaron ayer la medida del Banco Central de reducir la tasa de interés en cincuenta puntos básicos, porque permitirá mayor flujo de crédito hacia actividades productivas.

Suárez dijo que cualquier medida que se tome, dentro de los parámetros de la racionalidad, tendente a dinamizar la economía y a generar empleos, resulta beneficiosa para el país.

“La reciente medida del Banco Central hay que aplaudirla, porque hace dos meses había dado una señal de política totalmente contraria a la que tenemos ahora”, señaló Suárez.

Expresó que la economía dominicana, según los niveles inflación que ofrece el Banco Central, no tiene amenaza en materia inflacionaria, por lo cual hay que flexibilizar las medidas de carácter monetario con el objetivo de que la economía se dinamice.

Dijo que aunque la decisión del Banco Central está destinada al sector vivienda, esta debe generalizarse para que los distintos sectores productivos del país se vean estimulados a través de la baja de la tasa de interés a invertir más y crear más empleos.

A su juicio, el Banco Central da demasiada importancia a veces al control cambiario y pareciese que el organismo no busca política de meta de inflación, sino de meta de tasa de cambio.

En tanto, Isa Contreras saludó la medida del Banco Central que baja la tasa de interés para frenar la tendencia alcista en la banca comercial.

“El Banco Central, de alguna manera, está corrigiendo el error, aunque no lo reconozca, que cometió de haber adoptado una medida tan drástica frente a un episodio cambiario”, dijo.

En febrero pasado, el Banco Central anunció que inyectaría entre US$150 y US$200 millones para frenar el alza del dólar y dispuso un aumento de dos puntos al encaje legal a los intermediarios financieros,

Isa Contreras consideró que la tasa de interés es el componente vital de las actividades económicas y mientras más altas están, menos proyectos productivos se ejecutan.

Dijo que asegurar tasas de interés bajas es fundamental, a lo cual contribuye una política monetaria menos restrictiva.

Cree que es positivo haber dado marcha atrás en la política de febrero del Banco Central, pues seguramente producirá menores tasas de interés y mayor flujo de crédito hacia actividades productivas.

Criticó que el Banco Central ha tenido una actitud muy celosa con el tipo de cambio que no se compadece con una política que busca el bienestar de las personas.

“Una tasa de cambio fija no es símbolo de sanidad económica. Una tasa fija implica sacrificio de las exportaciones e importaciones baratas. La tasa fija a la larga no se sostiene, porque la forma para promover que haya acceso a las exportaciones robustas se logra con una tasa de cambio razonable”, sostuvo.

Advirtió que ese planteamiento no quiere decir que se deje sin control la tasa de cambio y permitir una devaluación muy rápida.

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