Sector privado en la actividad constructiva
agosto 6, 2012 7:19 am . Noticias.
Conferencia dicatada ante el Codia, 10 de julio de 1991. Agradezco sinceramente a nombre de la Cámara Dominicana de la esta invitación a participar en este importante evento “La Construcción frente al reto de los 90´s”. Mi participación se va a fundamentar principalmente en el enfoque de la actividad privada y su incidencia en la economía general del país. La política oficial implementada en los últimos años ha sido ampliamente criticada por algunos sectores que indudablemente se han excedido en sus críticas, como también es cierto que la política oficial también se ha excedido en algunos aspectos, pero tenemos que pensar en varios asuntos que nos llaman a reflexionar profundamente, por ejemplo: A) Somos un país sub-desarrollado y tenemos demasiados problemas que resolver y sin construcciones éstos no podrían ni siquiera empezarse a solucionar. B) Es esta actividad la mayor herramienta de desarrollo a nivel mundial. C) Paga en salarios 1.4 veces más que cualesquier actividad. D) Es la mayor generadora de empleos directos e indirectos por cada peso invertido. E) Genera salarios más rápidamente que cualquier otro renglón productivo. F) Interviene directamente en toda otra actividad, pues sin construcción no hay salud, no hay educación, no hay comunicación, no hay agricultura, no hay suministro de agua, no hay agroindustria, no hay turismo, no hay zonas francas, en fin, no hay producción. A la luz de estos planteamientos vemos que lo que hemos sostenido siempre es una “racionalización” de nuestros recursos y una integración lógica, compacta, seria del sector público con el sector privado, no podemos permitir que nuestro país alcance los niveles de pobreza de Centroamérica donde el 42% de la población no cubre la canasta familiar básica. Voy a referirme a lo que ha ocurrido en el sector privado en los últimos tres años y lo que está ocurriendo en la actualidad, sobre todo después de agosto de 1990. Años 87-88-89 1. Desembolsos: más de 1,500 millones de pesos. 2. Crecimiento sostenido de la Banca Hipotecaria. 3. Dividendos máximos para este sector. 4. Fortalecimiento y crecimiento del sistema de ahorros y préstamos y su organismo rector Banco Nacional de la Vivienda. 5. Para el año 1990 teníamos 18,000 habitaciones hoteleras, 22,000 plazas de empleo y un flujo turístico superior al millón de turistas. 6. Había además 110,000 empleados fijos en Zonas Francas. 7. Generación de 25,000 empleos directos y 55,000 indirectos y pago en jornales de más de RD$250,000.00 anuales. 8. Empresas fabriles llegaron a aumentar su producción en un 300% con relación al 1985. 9. Una importante participación en edificaciones institucionales realizadas, y para solo citar algunas, por el Grupo Financiero BHD, Grupo Popular, Grupo Nacional, y el Grupo Bancomercio que levanta un grandioso Hotel en la Av. George Washington. Es decir señores, que 212,000 puestos de trabajo dependían del sector privado en esas áreas a mediados del 1990, y por tanto más de 1,000,000 de dominicanos. Esa era nuestra realidad incuestionable, e íbamos indudablemente hacia un desarrollo importante en el sector privado. Debo referirme a lo que está sucediendo en la actualidad en el sector privado. El sector construcción en general disminuyó 15% en el año 1990 con respecto al 1989, habiendo tenido los índices de crecimiento más altos 87-88-89 sufrimos el mayor descenso en 1990 y esto debido a la recesión en los últimos meses de ese año, y a una inflación general que sobrepasó el 100% anual. Quiero enfatizar muy categóricamente la situación de agosto 1990 a junio 1991 y las perspectivas a corto plazo en el sector privado de la construcción. El período voy a dividirlo en dos, Agosto-diciembre 1990 y enero-junio de 1991. 1. Incremento de las tasas pasivas y activas en la Banca Nacional y por ende incremento general de precios de los insumos de la construcción y de las unidades por terminarse o en ejecución. 2. Reducción de los plazos a los adquirientes de unidades y por tanto aumento de las cuotas a pagar con la consiguiente salida del mercado de un gran número de posibles compradores. 3. Aumento significativo en la prima del dólar llegando hasta cifras del 16 por uno. 4. Desaparición de la compra de viviendas del dominicano ausente, a opinión de algunos observadores basándose en los comentarios e informaciones periodísticas sobre la crisis política y social que abatió el país, además de gran desempleo para dominicanos en los Estados Unidos, sobre todo en New York. 5. Disminución de las ventas en un 30% de las empresas fabriles con respecto al período enero-agosto 1990. 6. Aumento general de salarios en el orden de un 60%, tratando de aumentar el poder adquisitivo del trabajador acorde con la inflación general. 7. Inicio dramático de un desempleo en la industria de la construcción. 8. Inicio de un deterioro económico importante en la empresas constructoras privadas. 9. Inicio de problemas de liquidez de algunas instituciones financieras de la construcción al disminuir considerablemente las ventas y por ende la formalización de préstamos. 10. Feriados de bancos comerciales. 11. Entrega como dación de pago a algunos proyectos en ejecución por no poder asumir los costos por parte de promotores, es decir que la banca, cambia su liquidez por activos fijos sin terminar. Veamos el período enero-junio 1991 1. Disminución de la producción en las empresas fabriles un 20% en relación con el período anterior es decir, un 50% menos que en el período similar año 1990. 2. Incremento progresivo en el deterioro económico de las empresas constructoras (falta ventas y altas tasas). 3. Inicio apertura de nuestros mercados y por ende obligación de la competencia con productores extranjeros. 4. Bajas significativas en algunos productos importantes de la construcción, acero, madera, agregados, cemento blanco, cemento gris, hormigón, etc. 5. Bajas de intereses (Activos y Pasivos) en el mercado de los Estados Unidos. 6. Afluencia de moneda dura para pagar préstamos en moneda local. 7. Estabilización de la prima del dólar en parámetros del orden 12.7 a 1. 8. Control de las emisiones monetarias por nuestras autoridades económicas (logro innegable). 9. Control eficiente de la inflación menos 2% en los primeros 5 meses del año. 10. Reunión conjunta promovida por Cadocon con las instituciones financieras y los promotores de viviendas, sugerencias de aplicaciones experiencias en otros países (como México y Perú) Para tratar de solucionar la crisis actual. 11. Inventario de unidades en ejecución, tanto en poder de la banca, como de los promotores. 12. Aplicación de sugerencias CADOCON en algunas instituciones con resultados excelentes. 13. Inicio de plan progresivo de disminución de tasas activas y pasivas en la banca en general. 14. Inicio de conversaciones y estudios firmes de formación en el país de la Banca Múltiple. 15. Obtención de la Banca especializada, en resolución de las autoridades monetarias en la cual los préstamos no tradicionales podrían llegar hasta un 50% de su cartera. 16. Apertura de uno de los bancos en feriados y posibilidad firme de apertura de los demás. 17. Firma inminente con el Fondo Monetario Internacional, ya el gobierno dominicano ha enviado la carta de intención para un acuerdo Stand-By. Incremento actual 23.8% Además se ha dejado, a la ley de mercado la fijación de estos niveles. Estas dos medidas de típico corte inflacionario. Sin embargo se han disminuido oficialmente las tasas de interés bancarias (pasivas y activas), y se estima una tendencia a la baja. Qué Espera Cadocon y el Sector Construcción Período a Corto Plazo: 1. “Racionalización”: Un gasto público con un programa de desarrollo adecuado a nuestra realidad. 2. Poder mantener el plan de disminución y estabilización de precios de insumos. 3. Bajas progresivas de tasas de interés activas y pasivas a la luz de lo que ocurre en el mercado internacional. 4. Soluciones a corto plazo de la problemática del sector promotor-banca, (integración y cooperación efectiva, racional y real de ambos sectores). 6. Implementación de nuevos esquemas financieros en el sector especializado pues estamos totalmente seguros que “en gran medida”, en la mayoría de las naciones sean éstas del primero o del tercer mundo las construcciones deben ser financiadas por el capital privado. 7. El liderazgo exige que seamos receptores de los cambios, que nos adaptemos y los propiciemos, no podemos dejar simplemente languidecer nuestras empresas, ni podemos seguir sumidos en un proteccionismo en desmedro del consumidor final. “No, definitivamente no”. 8. Mejoramiento de nuestros servicios básicos, sobre todo energía y adecuación de los costos al servicio prestado y al costo real de producción. 9. Que las medidas positivas tomadas después de la carta de intención firmada con el F.M.I. (baja de tasa de interés) puedan compensar las negativas (aumento de impuestos). Estas variables no podríamos cuantificarlas exactamente, pues dependerían del comportamiento general de la economía nacional y particularmente del sector construcción. Conclusiones y Recomendaciones: 1. Optimismo ante la actual crisis. 2. Soluciones integradas y posibles, sabemos que las hay. 3. La década perdida para América quedó atrás, ahora deviene la década de las oportunidades. 4. Abandonemos la inercia, improductividad, lamentaciones y apatía generalizada. 5. Implementos nuevos esquemas financieros. 6. El mundo de nuestros días nos ubica como empresarios protagónicos del bienestar; seamos creativos, receptores de cambios, organizados, eficientes e informados. Ese es el reto más grande de esta década. 7. Por favor, Gobierno dominicano, empresarios dominicanos, amigos profesionales, entre todos, enfrentémoslo.
Agosto-diciembre 1990.
Sobre este último punto voy a referirme a la incidencia en la construcción.
Por ejemplo, se ha llevado la tasa del Impuesto Ad-valoren de 10.50 a 13.00 para los productos y materias primas importadas.
Se ha aumentado el recargo cambiario de un 15% a productos y rubros que antes no pagaban.
5. Estudio serio de mercado de viviendas.
POR DIEGO DE MOYA CANAÁN