France Telecom decidió cambiar de nombre, y a partir del día primero de este mes se llama Orange. Parece ser, sin embargo, que ése no fue el único cambio que decidió hacer, pues se ha informado de la posible venta de sus operaciones en la RD.

Primero Verizon y ahora Orange. Da la impresión de que esas empresas esperaron el mejor momento para vender sus negocios con buenos beneficios, algo así como el que cría una vaca para venderla cuando llega a tener un determinado peso.

La información de la venta de Orange no fue dada por la empresa, sino como una noticia exclusiva por parte de la agencia Reuters, que dijo haberla recibido de siete personas «conocedoras de la situación». Describió la decisión como una salida de mercados no fundamentales con la finalidad de pagar deudas.

Reuters añadió que Orange está en conversaciones con varios bancos, y planea designar un asesor financiero para ayudarla con la venta. Si es así, el proceso está ya en marcha, y es de suponer que Orange ha informado a Indotel, y quizás a otros niveles superiores del gobierno dominicano acerca de su decisión. No haberlo hecho equivaldría a una evidente desconsideración para con la RD y sus autoridades.

La salida de Orange podría generar impuestos para el país, pero plantea un problema de competitividad. Al día de hoy, la única competencia real de Claro, que ya tiene algo más del 50% de los teléfonos móviles aquí, es Orange. Y si Orange se va, es probable que la cuota de mercado de Claro suba más todavía, aunque Orange sea adquirida por otra compañía telefónica, y más aún si el comprador es un fondo de capital privado. Eso significa que de un duopolio virtual pasaríamos a tener una empresa con una posición dominante en el mercado.

Los usuarios podrían ser perjudicados en ese caso. Hay quienes consideran que el retiro de Verizon condujo a un deterioro de la calidad del servicio. Esa tendencia podría acentuarse ahora.

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