Tarjeta roja

septiembre 26, 2012 5:43 am . .

Muy lejos están los días en que los economistas formulaban sus teorías y hacían sus recomendaciones en base a elucubraciones teóricas. Las estadísticas son hoy el fundamento obligado de las políticas, del mismo modo en que los medios de diagnóstico de enfermedades guían los tratamientos médicos.

¿Pero que pasaría si en una clínica los análisis de laboratorio fuesen erróneos y los tomógrafos y demás aparatos estuviesen desajustados? En ese caso la mortalidad de los pacientes sería probablemente muy elevada.

Si, por igual, los datos del PIB, la inflación, el desempleo y otras «variables» fuesen también incorrectos, las conclusiones acerca de lo que se debe hacer o no hacer correrían esa misma suerte.

Esta semana el FMI, en una rueda de prensa ofrecida en Washington por su Directora Gerente, tomó la inusual decisión de criticar abiertamente las estadísticas que calcula y publica el gobierno argentino. Evidenciando su interés por el fútbol, pasión compartida por los argentinos, Lagarde indicó que ya el FMI le había sacado una tarjeta amarilla al gobierno por esa razón, y dijo que le sacaría una roja si en tres meses no enmienda las cifras, las que considera no confiables.

Esas expresiones reiteran una declaración del Fondo de la semana pasada, luego de una reunión en que su Directorio evaluó la falta de avance en los dos últimos años en la calidad de las cifras computadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la Argentina.

La tarjeta roja implica la moción de censura prevista en el artículo 8 del Reglamento del FMI, el primer nivel de una serie de sanciones que incluyen la suspensión de créditos, participación en programas y derechos de voto. Hasta ahora, a diferencia del fútbol, esa tarjeta no conlleva la expulsión inmediata del jugador.

Tanto Cristina Kirchner, que está de visita en los Estados Unidos, como Lagarde son damas aguerridas. ¿Cuál de ellas se impondrá?

POR GUSTAVO VOLMAR

Publicado en diariolibre.com

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