Tasas de interés bajas y plazos extendidos para los préstamos, son las condiciones básicas para incentivar el aumento de la demanda de crédito, y el mercado financiero dominicano camina en esas direcciones.Inducido por medidas de corte expansivo  aplicadas por las autoridades monetarias, el mercado financiero local se está convirtiendo en un paraíso para deudores y en un freno para los inversores en renta fija. Las tasas de interés en baja están abriendo el apetito crediticio de distintos sectores y al mismo tiempo desalentando a los ahorristas e inversionistas en títulos de renta fija, los cuales ya habían sufrido un primer desincentivo cuando en la reciente reforma fiscal se aprobó un impuesto del 10% sobre los intereses bancarios.

Mientras para los potenciales deudores la vía se descongestiona, facilitándole el acceso al financiamiento, para los actuales inversionistas en instrumentos de renta fija del sistema financiero la situación se deprime, porque las expectativas son de que las tasas de interés en general sigan bajando y en particular la pasiva, que de por sí está en niveles que no atraen.

Como sector con mayor posible efecto negativo por esa esperada situación están los fondos de pensiones, la mayoría de los cuales obtiene su rentabilidad en forma de intereses bancarios. Más del 94% de los fondos de pensiones están invertidos en instrumentos financieros derivados en pesos y dólares. Al 31 de marzo pasado el monto acumulado de los fondos superaba los RD$210,000 millones. De ese monto global, el 17% estaba invertido en bonos de empresas públicas y privadas,  el 27% en depósitos a plazo y certificados financieros y el 56% en bonos emitidos por el Estado.

Las medidas adoptadas por las autoridades monetarias para dinamizar la economía vía un aumento del crédito están reduciendo el costo del dinero, provocando que en algunos casos las tasas de préstamos para ciertas actividades se coloquen en el nivel más bajo en 40 años.

“Ya los bancos no están dando (pagando) nada por los depósitos. Los intereses no rinden”, comentó en forma de queja un empleado hace casi un año jubilado de una importante institución, de cuyas prestaciones laborales convirtió una proporción en un certificado financiero, cuya tasa ya es dos puntos por debajo de la que recibió cuando abrió la transacción.

Al cierre de mayo, la tasa para depósito de ahorro promediaba 2.38% anual, la aplicada a los certificados financieros fluctuaba entre 4.32% y 5.05%, dependiendo del plazo. Del lado activo, la tasa para préstamo de consumo promediaba 16.84%, la hipotecaria 12.13%, la comercial 12.72% y la preferencial 10.94%.

La situación que se está presentando y que afecta a quienes reciben parte de sus ingresos por intereses sobre ahorros y depósitos, era previsible. Banqueros y economistas son conscientes de que cuando bajan las tasas de interés, los rentistas se perjudican. El sacrificio calculado es el costo de buscar una reactivación o crecimiento de la economía global.

“Hay una gran parte de la población que sus ingresos por renta bajarán porque las tasas pasivas deben bajar para poder seguir a las activas”, dijo el presidente de la Liga Dominicana de Asociaciones de Ahorros y Préstamos, Francisco Melo Chalas, en una reciente entrevista con elCaribe, para analizar el impacto de la liberalización de RD$20,000 millones del encaje legal a los intermediarios financieros, dispuesta por la Junta Monetaria. El propósito de esa medida es que esos recursos se utilicen para otorgar créditos, a una tasa del 9% anual y a seis años, para la vivienda, la manufactura local, el sector agropecuario, las pequeñas y medianas empresas y para el consumo. El propósito es dinamizar la economía.

El balance será positivo para la economía de RD

“Yo creo que la industria en sentido general se va a beneficiar”, comentó  Francisco Melo Chalas, presidente de la LDAAP, a elCaribe, al tiempo de vaticinar que las tasas de préstamos para todas las actividades se situarán entre 8 y 9% anual, niveles que en sus 40 años en el sistema financiero él no había visto.

Hay quejas, en tanto, de que esos recursos no han llegado con suficiente prontitud y cuantía a todos los sectores incluidos en la programación de las autoridades. Luis Miura, presidente de la Asociación Dominicana de la Industria Gráfica y Afines (Adiga) y secretario general de la Confederación Dominicana de la Pequeña y Mediana Empresa (Codopyme), dijo que no conoce caso alguno de mediano o pequeño empresario de su sector que haya recibido crédito con recursos del encaje liberado.

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