Ventas de acciones

mayo 8, 2014 9:06 am . .

Algunos inversionistas dominicanos se dedicaban a comprar viviendas «en planos», cuando todavía la urbanización o el edificio de apartamentos estaba en sus inicios. Aprovechaban la habitual necesidad de efectivo de los promotores, o su renuencia o imposibilidad de tomar más dinero prestado de bancos o asociaciones, para conseguir las unidades a bajos precios, no con el fin de habitarlas posteriormente, sino para venderlas con una ganancia cuando estuvieran concluidas.

Eran operaciones «especulativas», porque el beneficio dependía de eventos que podían suceder o no, tales como que el proyecto llegara a ser terminado o que hubiera compradores, lo que implicaba que el inversionista estaba asumiendo el riesgo de algo fuera de su control. Pero en un mercado activo como el que existía en ese entonces, ese riesgo era muy pequeño.

Los inversionistas dominicanos, sin embargo, no se han distinguido por invertir en compañías incipientes, para luego obtener una ganancia cuando la empresa crezca y puedan vender las acciones. Varias razones explican que ese tipo de «especulación» no se haya desarrollado aquí, entre las que se destacan las limitaciones de nuestro mercado de capitales, la falta de transparencia de las empresas y la actitud de los emprendedores.

Quienes inician y desarrollan un negocio aquí, no suelen verlo como un activo vendible en el momento propicio, sino como un fruto de su trabajo que debe ser conservado y, eventualmente, transmitido a sus descendientes.

Si la empresa tiene problemas económicos se resisten a venderla o dejar de controlarla hasta que es demasiado tarde ya para salvarla, lo que conduce a su liquidación y a la pérdida total o parcial del patrimonio.

Fuera de aquí no es así. Las salidas a bolsa de empresas como Facebook y Twitter han hecho millonarios a fundadores y empleados, y ahora le toca a Alibaba, el gigante chino de comercio electrónico. Más sobre eso mañana.

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