Pilar institucional

julio 13, 2012 12:12 am . .

La capacidad de un país para alcanzar acuerdos nacionales depende de la fortaleza y calidad de sus instituciones, su representatividad y su coherencia.

Las instituciones dominicanas son frágiles, pues sufren de los mismos males que afectan a nuestra sociedad. Son efímeras, propensas a conflictos internos, exhiben falta de continuidad en sus planteamientos, y son lastradas por grandes debilidades técnicas. Esa fragilidad hace que nos sea difícil concertar convenios y respetarlos posteriormente.

Detrás de las instituciones hay personas, y de vez en cuando aparecen individuos que actúan como el soporte sobre el que una institución puede construirse. No tienen que buscar protagonismos ni ocupar primeros planos. Basta que provean profesionalidad técnica, faciliten la conciliación y suplan continuidad operativa.

El Dr. Francisco José Castillo, fallecido esta semana, reunía ese perfil. Por mucho tiempo la figura discreta e invariable dentro del Conep, fue determinante para la evolución de esa institución desde sus orígenes mayormente gremiales a su relevante e influyente posición actual. Laboró con muchos presidentes del organismo, de personalidades y estilos diferentes, y fue respetado por sindicalistas, empresarios y funcionarios públicos. Su trabajo dio al Conep una sólida estructura técnica, y fue esencial para mantener bajo ese organismo cúpula a numerosos entes sectoriales, con puntos de vista a veces divergentes.

Su capacidad técnica y entrega al trabajo fueron fundamentales para que pudiera cumplir esa tarea. Pero uno de sus rasgos más sobresalientes fue siempre su integridad. Admirablemente honesto en su labor profesional y en su comportamiento personal, compartió sus dotes con el Conep, institución con la que su nombre quedará vinculado, pero también con otras entidades en las que laboró y con las muchas personas afortunadas por haber sido sus colegas y amigos.

POR GUSTAVO VOLMAR

Publicado en diariolibre.com

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